Tejeduria Plana (Telares)Riccardo Mautino, Gerente de Comunicaciones de Promatech Máquinas de
Tejer para Usos EspecialesEl autor de este artículo presenta nuevos desarrollos en la manufactura
de textiles técnicos que están siendo lanzados al mercado por Promatech, empresa que agrupa a los
conocidos fabricantes de telares Somet y Vamatex. Se puede estimar que, en la actualidad, al
menos el 23% de las fibras textiles en el mundo se destinan a usos técnicos. Este porcentaje fue de
un 17% en 1985, un 19% en 1990, y un 21% en 1995, y se espera que para el año 2005 subirá al
25%.Este porcentaje está creciendo de manera más acelerada en los países más desarrollados, en los
que aplicaciones y estilos de vida modernos favorecen el consumo de tejidos técnicos. Sólo hay
que pensar en las demandas por seguridad en las personas así como en la protección del medio
ambiente. Los economistas están de acuerdo en creer que el consumo de tejidos técnicos crecerá a un
ritmo mucho más rápido que el de los tejidos para la confección y para muebles.
Instalación de modernos telares Vamatex La importancia de los textiles para usos
técnicos está destinada a incrementarse en la escena textil. La división de acuerdo a los varios
tipos de aplicaciones, como se mostró en la exposición Frankfurt Techtextil, apunta a una gran
variedad de productos y aplicaciones.Elementos unificantesLos elementos unificantes están
representados por los tipos de fibras empleadas (por ejemplo, fibra de vidrio); las tecnologías de
procesamiento (por ejemplo, tejeduría plana); pero por sobre todo, por el método de aproximación al
mercado, que es ciertamente muy específico.Así por ejemplo, los productos médicos difieren
grandemente entre los mismos pero están dirigidos al mismo mercado. En referencia particular a los
tejidos planos, hay que señalar que su manufactura requiere un uso “extremo” de máquinas de tejer
estándar, las cuales, siendo empleadas tradicionalmente para la fabricación de tejidos clásicos
(para prendas, etc), frecuentemente deben ser adaptadas y modificadas.Pero en vista de lo
mencionado anteriormente, los fabricantes de maquinaria se están dando cada vez más cuenta de la
necesidad de dominar estos sectores; una necesidad a la que se refieren como un posible recurso
futuro, y que puede proteger a las empresas textiles de la prevista competición de los
manufactureros basados en los países del Lejano Oriente.El presente escenario tecnológico ofrece
cuatro diferentes tipologías de telares, los cuales se distinguen por su tipo de inserción de
trama: Telares a chorro de aire, telares a chorro de agua, telares de pinzas, telares de
proyectiles, y ahora se puede agregar telares multifase.Excluyendo de nuestro análisis a los
telares multifase y a chorro de agua, los que, por razones obvias no se pueden emplear en el sector
técnico, enfocaremos nuestra atención en los telares a chorro de aire y los telares de pinzas, que
son los más apropiados para ser usados en este segmento.Principales requerimientosPara ser
empleados en la elaboración de tejidos técnicos, los telares deben satisfacer necesariamente cuatro
requerimientos principales que, como regla, ya son importantes en los sectores de tejeduríaa más
tradicionales, pero que son bastante esenciales en este caso:•Versatilidad•Calidad•Peso del
material y tipo deconstrucción•Dimensiones del producto acabado Los telares Somet y Vamatex figuran
en la actualidad entre los más tecnológicamente avanzados en el mercado, siendo sus puntos fuertes
su versatilidad (especialmente en el caso de los modelos de pinzas), robustez y fiabilidad.En el
sector de los tejidos técnicos se pueden encontrar interesantes aplicaciones en fibras de vidrio,
así como en tejidos de fibra de aramida, en geotextiles, en tejidos revestidos, y en respaldos para
alfombras.Dependiendo de las diversas necesidades, los telares estándar se pueden utilizar sin
ninguna modificación, pero con frecuencia es necesario una estrecha investigación y un desarrollo
especial del telar básico, lo que lleva a diferencias substanciales.Los elementos que se toman en
consideración son la estructura, como en el caso de las telas de lona de algodón, de gran peso
(ligamento sencillo con hilos de algodón Ne 10/5 y densidades muy específicas), algunos
dispositivos (por ejemplo dispositivos de corte, como en el caso de FdV y Kevlar), o la
introducción de elementos y accesorios para satisfacer requerimientos especiales.
VersatilidadEste término significa generalmente la posibilidad de usar (más que todo en
la trama) hilos especiales con características textiles, que a menudo son extremadamente diferentes
de aquellos empleados normalmente en la tejeduría, y que hacen más difícil la inserción de
trama.Los telares de espadín fabricados por Somet y Vamatex ofrecen un gran potencial ya que,
gracias a la enorme experiencia ganada por estas compañías durante más de 30 años de investigación
y desarrollo, aseguran la mayor adaptabilidad a los más variados requerimientos de tejeduría y
pueden depender de algunos conceptos fundamentales tales como: cinemática básica concebida
especialmente para optimizar la velocidad de los elementos de inserción, con la resultante
reducción en las tensiones de trama; tramas muy diversas que se pueden manipular con facilidad,
manteniendo constante la productividad gracias a los diferentes tipos de mordazas que se pueden
usar de acuerdo a las tramas que se van a insertar.En particular, gracias al dispositivo especial
de transferencia de trama positiva, el telar de pinza positiva modelo 9000 Plus permite la
manipulación sin problemas de cualquier tipo de hilo, con anchos de tejeduría de hasta 3.800
mm.CalidadSi, como regla, la calidad del tejido no puede dejar de ser considerada en el sector de
tejidos convencionales, en el área de tejidos técnicos industriales se vuelve un factor fundamental
e incluso es el elemento básico en el que descansa la entera producción.La diferencia importante es
que, en el primer caso, la calidad está asociada esencialmente con una apariencia estética,
mientras que en el segundo caso las características técnico-textiles son predominantes en el
sentido en que las mismas determinan el desempeño en el uso del producto (regularidad de
entrelazado de hilos, ausencia de filamentos rotos, etc).La masiva aplicación de la automatización
y la electrónica a las máquinas de tejer ha permitido el desarrollo de sistemas de desenrrollado y
avance de la tela, que aseguran una constancia en la densidad de pasadas y una total ausencia de
rayas.En particular, el rodillo de recogida de la tela y el desenrrollador, ambos controlados
electrónicamente, conforman un sistema perfectamente sincronizado y son accionados de acuerdo al
sistema de eje eléctrico, una clase de engranaje electrónico que asegura la más alta calidad.En
base a su telar Leonardo (en la actualidad la máquina de tejer con pinzas de más venta en el
mundo), Vamatex ha desarrollado un sistema de inserción de trama sin ganchos guiadores, apropiado
especialmente para tejidos técnicos elaborados con hilos de torsión 0 sin encolar, que elimina toda
la posibilidad de interferencia entre el hilo y los elementos de inserción.Gracias al sistema de
inserción del chorro, los telares a chorro de aire son a menudo la solución ideal en algunos
sectores (por ejemplo, fibra de vidrio), en donde el uso de sistemas de inserción mecánica puede
dañar las fibras en un nivel inaceptable.
Peso y construcción del tejidoHoy en día, los telares deben ser extremadamente
robustos, no sólo porque las velocidades de trabajo normales se han incrementado considerablemente
(alcanzando 600-620 ppm para telares angostos y 400-420 ppm para modelos de doble ancho), pero
también porque en el sector técnico se demandan a menudo tejidos extremadamente pesados (cuyos
pesos alcanzan incluso 1000 g/metro cuadrado).La estructura básica se está reforzando cada vez más,
y la posibilidad de tener un batán accionado por un número de excéntricas que puede ser variado de
acuerdo al ancho, asegura una alta eficiencia y confiabilidad aún en las situaciones más severas.
Dentro de ciertos límites, también es posible cambiar la ley del movimiento para que se ajuste a
los requerimientos especiales de la tejeduría.
Crecimiento en el uso de tejidos técnicos, desde 1985 hasta el año 2005
(estimado) Dimensiones del producto acabadoUna de las necesidades del sector de tejidos
técnicos se refiere a menudo con la producción de popelinas, y esto es especialmente cierto para el
sector de los geotextiles, en el que la mayoría de los productos tienen que tener más de 4 metros
de ancho.Gracias a su sistema cinemático de accionamiento por cinta, el telar de pinza Somet se
puede construir en anchos de hasta 4.6 metros. Este mismo principio ha sido adoptado por un
fabricante alemán para anchos superiores a 6 metros.Anchos superiores a 4 metros son requeridos
también en el sector de los tejidos usados en el respaldo de alfombras, así como en tejidos usados
en la construcción, elaborados en particular con fibras de vidrio (telares de 4.6 metros de
ancho). Para concluir, hay que señalar que los telares modernos están diseñados para explotar
completamente las posibilidades ofrecidas en la actualidad por la aplicación de la automatización,
y éste será el caso cada vez más en el futuro, expandiendo el campo de aplicación de estos telares.
Instalación de telares Somet, que ahora hace parte de Promatech El sector de tejidos
técnicos representa ciertamente un nuevo desafío para los fabricantes de telares, quienes esperan
que en el futuro las demandas por tejidos serán muy diferentes en términos de tipos de hilos,
construcción y uso final.La adaptabilidad de las nuevas máquinas es muy alta y los desarrollos
futuros de la tecnología disponible también en nuestro sector apuntan a un cambio cada vez más
pronunciado en los límites de la utilización del telar en la tejeduría.Por lo tanto, creemos que
estamos listos a encararnos a las nuevas necesidades del futuro que retoñarán en el campo de los
tejidos para usos técnicos, y que serán diferentes a las de los tejidos convencionales.
Julio-Agosto 2001