Las empresas con programas de sostenibilidad serán líderes después de la pandemia.
Jannyn Solís, Editora Asociada
Tejiendo un Mejor Futuro: Reconstrucción de una Industria de la Moda Más Sostenible después de COVID-19” (“Weaving a Better Future: Rebuilding a More Sustainable Fashion Industry After COVID-19” en ingles) es el título del documento publicado en abril de este año por Boston Consulting Group (BCG), The Sustainable Apparel Coalition (SAC) y Higg Co, una empresa de tecnología. En esta publicación se aborda de qué manera la pandemia ha afectado el tema de la sostenibilidad dentro de la moda y su continuidad después de la crisis.
Si bien las circunstancias complejas actuales han puesto a prueba el compromiso de las industrias de la confección, calzado y textiles con la sostenibilidad, al mismo tiempo exigen que las empresas aceleren sus iniciativas sostenibles para ser competitivas en el mercado que surgirá después de la pandemia.
Según una encuesta reciente realizada a los miembros de SAC, temas que dominaban en el escenario antes del Covid-19 como el abastecimiento de materiales sostenibles, la reducción de la huella de carbono o los derechos de los trabajadores, han sido relegados a un segundo término ya que los fabricantes están enfocados en resolver las dificultades económicas y los desafíos que enfrentan con la fabricación, el abastecimiento, la gestión del inventario y el cumplimiento de pedidos.
Después de los viajes y el turismo, la moda y el lujo son los segmentos más afectados dentro de los bienes y servicios de consumo, esto debido a que muchas de las tiendas minoristas tuvieron que cerrar y las compras de los consumidores se desplazaron a necesidades básicas relacionadas con la salud, la alimentación y productos de higiene.
Por otra parte, en la publicación de BCG, SAC y Higg Co se señala que de abril a mayo, las ventas en la industria mundial de la moda y el lujo disminuyeron entre un 60% y un 70% y la afluencia en las tiendas minoristas disminuyó un 44% en Estados Unidos, 52% en Alemania, 78% en India y 59% en Brasil, por ejemplo. Para el resto de 2020 en la moda y el lujo se espera una caída en las ventas de al menos un 28% a 38%, según el análisis de BCG realizado en marzo pasado.
Pese a esta situación, encuestas con stakeholders, estudios de crisis globales anteriores, el análisis de tendencias económicas y el sentimiento de los consumidores, dejan claro que la moda corre el riesgo de sufrir aún mayores afectaciones si abandona la sostenibilidad y no continúa con las alianzas de la cadena de valor que se están dando a raíz del Covid-19. La sostenibilidad está en peligro en algunas áreas de la industria, sin embargo, las empresas que sigan con sus programas e iniciativas de sostenibilidad serán los líderes después de la pandemia.
El documento también cita una reciente investigación realizada con consumidores, en la que más de la mitad elegirían marcas que sean sostenibles, especialmente los consumidores más jóvenes, que prefieren a las empresas que no solo minimicen el impacto del cambio climático, sino que pongan la sostenibilidad y la transparencia en el centro de sus estrategias.
Lo mismo pasa con los empleados de las compañías. Alrededor del 50% de los empleados entre 20 y 35 años de edad prefieren trabajar para empresas que tienen prácticas sostenibles tales como la reducción de la huella de carbono, el uso de materiales sostenibles, mejores prácticas sociales y laborales, así como modelos de economía circular.
El interés en prácticas sostenibles también está del lado de inversionistas, gobiernos, instituciones multilaterales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD por sus siglas en inglés) y en escenarios como el del Foro Económico Mundial. La exigencia de credenciales como Environmental, Social, and Corporate Governance (ESG) a las empresas es cada vez mayor.
Si bien previo a la crisis generada por la pandemia, la sostenibilidad había ganado momentum, hoy bajo las circunstancias actuales, para muchas marcas, los gastos no esenciales han sido congelados o están siendo reevaluados, lo que en muchos casos incluye a los programas de sostenibilidad. Además, el financiamiento a empresas emergentes centradas en la sostenibilidad probablemente se volverá más precario en el transcurso de 2020 y desafortunadamente, esto también ocurrirá en la innovación de la moda.
¿Qué significa el Covid-19 para la Sostenibilidad?
Los autores del documento “Tejiendo un mejor futuro: reconstrucción de una industria de la moda más sostenible después de COVID-19” señalan que durante el último siglo, los períodos de crisis global han acelerado los cambios sociales transformadores y pueden ser puntos de inflexión estratégicos para las empresas, como la epidemia de gripe de 1918 que transformó los hábitos de higiene personal y limpieza, aumentando la frecuencia del lavado de la ropa y el uso de lavadoras eléctricas; la Segunda Guerra Mundial que cambió la participación de las mujeres en la fuerza laboral; o el brote de SARS en 2003 que provocó cambios en los patrones de consumo minorista.
Como estos acontecimientos, el Covid-19 acelerará las tendencias emergentes en todas las industrias, desde el trabajo remoto, la adopción del comercio electrónico y los servicios de entrega a domicilio, hasta la importancia del propósito, la transparencia, el compromiso ético y los valores de las marcas y las empresas.
En específico para las industrias de prendas de vestir, calzado y textiles, las tendencias apuntan a que la sostenibilidad se consolidará como una práctica necesaria.
Desde el lado de los consumidores, la crisis de salud global aumentará la demanda de productos que tengan que ver con el bienestar y el bien colectivo, en particular en categorías como alimentos y nutrición, pero también en belleza y moda que están relacionadas con el cuerpo.
Por otra parte, dado que muchas personas enfrentan inestabilidad económica, las marcas deben desarrollar relaciones con sus clientes que vayan más allá de las transacciones y muestren que están actuando con un propósito y son empáticas con su situación.
Tomando en cuenta que las personas están gastando menos y lo hacen de forma más consciente, la sostenibilidad, las condiciones de trabajo justas y la ética dentro de las cadenas de suministro, cobrarán más relevancia.
Los consumidores de diferentes países están empezando a responder positivamente a aquellas marcas que demuestran responsabilidad social, retribuyen a las comunidades que lo necesitan y dan prioridad a la sostenibilidad ambiental.
Por otra parte, después de la pandemia, la calidad y la durabilidad de las prendas cobrarán mayor importancia, debido a la incertidumbre económica y a los altos niveles de desempleo de las personas.
En lo que se refiere a la cadena de suministro de la industria textil y de la moda, la experiencia de la pandemia global ha hecho conciencia sobre su fragilidad y la necesidad de que sea más flexible y menos dependiente de una sola región geográfica. En este escenario, es esencial que todos sus eslabones de la cadena de suministro participen para minimizar cancelaciones de pedidos y actúen colaborativamente para resolver los problemas a los que se están enfrentando como el desplazamiento de los inventarios o el almacenaje de grandes cantidades de stock de prendas de las temporadas de primavera y verano que no se lograron vender debido al cierre de las tiendas físicas.
La cooperación y las negociaciones justas entre los participantes de la cadena de valor son bien vistos por los empleados de las empresas y los miembros de la industria en general. Como también es visto positivamente que durante la crisis muchas empresas textiles y de la confección han transformado su producción de forma ingeniosa para fabricar equipos de protección personal (EPP) tan necesarios durante esta pandemia y han mantenido a toda costa a su fuerza laboral, evitando despidos.
Por otra parte, el documento BCG, SAC y Higg Co indica que la transformación ambiental desde el lado de la confección de prendas de vestir y la fabricación de textiles persistirá durante la crisis actual y continuará más allá de las circunstancias actuales con el uso de energía limpia para la producción, diseño circular, trazabilidad, etc.
Redefinición de la Empresa Sostenible
La reducción de la movilidad y el consumo humano causadas por el confinamiento y el cierre de tiendas físicas, han revelado los beneficios de la renovación ambiental, pues se ha documentado que el aire está más limpio y algunas vías fluviales se han restaurado durante la pandemia, mostrando una visión de lo podría ser el mundo en el futuro con bajas emisiones de carbono.
A pesar de la difícil situación del momento, las macrotendencias exigen acciones significativas de sostenibilidad dentro de la industria.
Después del COVID-19 se redefinirá lo que significa ser un negocio sostenible dentro de la moda, con un enfoque unificado que integrará consideraciones ambientales, sociales y comerciales dentro de las principales prácticas de negocio, con el desarrollo de productos sostenibles como área de innovación.
Las expectativas para toda la industria se restablecerán en torno a una mayor colaboración, asociaciones más equitativas y responsabilidad colectiva en todas las partes de la cadena de valor.
El documento completo “Tejiendo un mejor futuro: reconstrucción de una industria de la moda más sostenible después de COVID-19” se puede consultar en apparelcoalition.org/
wp-content/uploads/2020/04/Weaving-a-Better-Future-Covid-19-BCG-SAC-Higg-Co-Report.pdf
Septiembre-Octubre de 2020