A nivel mundial, la industria textil ha estado muy afectada en su producción, por la gigantesca escalada de países del Lejano Oriente, y aspectos como la sustentabilidad y diferenciación que han sido tomados en cuenta por buen número de empresas, para poder subsistir económicamente.
En el caso del Perú, la utilización de lana de sus camélidos autóctonos, como son la Llama, Alpaca, Vicuña y Guanaco, ha tenido resultados positivos, principalmente por el hecho de que telas y confecciones derivadas de estos animales, tienen alta demanda internacional.
Los primitivos habitantes de estas latitudes domesticaron estos animales, y éstos en la actualidad, contribuyen significativamente y de una manera sustentable, al empuje de la industria textil peruana. Hay reportes indicando que en 2018, Perú obtuvo 1.400 millones de dólares americanos por exportaciones textiles. De esta cifra, la Alpaca representó el 22% (308 millones de dólares). Aunque los volúmenes de algodón exportados de Perú producen un ingreso global mayor (744 millones de dólares), el kilo de Alpaca tiene un precio unitario de más del doble, habiéndose vendido en promedio a $91/Kg vs $44/ Kg de algodón en 2018.
La mayoría de las alpacas son blancas, y por muchos años, esta lana blanca, valga la redundancia, ha sido teñida. Actualmente el mercado se está moviendo hacia los tonos naturales, y una mayor demanda por la encasez de Lana Negra. Menos del 40% de las alpacas que habitan en Perù son negras, por ello, granjas locales incentivan la producción de este color de pelambre.
Recientemente, el periódico peruano El Comercio destacó el grupo Mitchell, operando desde 1931 y actualmente con 2.500 empleados, donde varias toneladas de lana virgen son lavadas y secadas, previo a su procesamiento para manufacturar hilos. Hay también otras fábricas donde se hacen hilos y confecciones de prendas.
85% de la población de alpacas en el mundo, se encuentran en el Perú, comprendiendo la cifra de más de cuatro millones de ejemplares.
Mayo-Junio de 2020
