Primera de dos partes, centrada en la industria textil técnica en los Estados Unidos.
Por Steve Warner, Editor Invitado
Amedida que Estados Unidos entra en el noveno año de recuperación económica después de la recesión, las perspectivas para los textiles técnicos son sólidas. De hecho, 2018 puede ser el comienzo del período más definitivo para la industria, ya que la introducción de fibras sintéticas en la década de 1960 abrió enormes oportunidades en mercados como el aeroespacial, militar, médico y de la construcción.
¿Qué ha sucedido entonces? Lo que ha pasado no es repentino. La industria generalmente tiende a experimentar ganancias a partir de las tendencias evolutivas, más que de los disruptores específicos del mercado. Sin embargo, existen varios factores convergentes que conducen a una perspectiva positiva más rápida:
- El Producto Interno Bruto (PIB) aumentó un 2,3 por ciento en 2017, en comparación con el aumento del 1,5 por ciento del año anterior, y los precios estables de los productos básicos dieron confianza a los consumidores;
- Dos de los mayores consumidores de textiles técnicos – militares e infraestructura –, están por recibir nuevas e importantes inversiones financieras por parte del gobierno;
- La demanda reprimida después de años de recortes;
- Las empresas de textiles no técnicos están prestando atención a la industria, como Alphabet (Google) en el desarrollo de aplicaciones de consumo de textiles inteligentes; y
- La política comercial de EE.UU. se está moviendo más hacia acuerdos bilaterales que multilaterales, que tienden a permitir un mayor enfoque a la protección del abastecimiento doméstico.
Estados Unidos continúa viendo una disminución en el empleo en la industria textil. El Departamento de Estadísticas Laborales informa que la pérdida de empleos en 2017 fue de 4.100 o 1,5 por ciento. Lo que es notable es que las importaciones no consideran un factor significativo en dicho decremento, como ha sido el caso en años anteriores. El factor más importante que explica la pérdida de trabajo es la modernización y la automatización de ensamblajes, ya que se requiere menos gente para operar una planta. Es hora de empezar a pensar que la reducción del empleo no es un signo de fracaso. El éxito no se debe medir por el número de empleados en comparación con 30 años atrás. La industria textil técnica es amplia y diversa, y casi imposible de definir. En términos generales, los textiles técnicos representan el mayor segmento de la producción textil nacional. Actualmente, alrededor del 42 por ciento de los tejidos, los tejidos de punto y los no tejidos están entrando al segmento de productos textiles técnicos acabados, siendo los mercados más grandes el automotriz, militar/judicial, de salud y construcción.
Asuntos Comerciales
Qué diferencia pueden hacer un par de años. Uno de los programas legado del presidente Barack Obama fue la Iniciativa Nacional de Exportación (NEI por sus siglas en inglés), que se estableció con la esperanza de expandir en gran medida las exportaciones de EE.UU., incluyendo nuevos acuerdos comerciales. Como parte de este impulso, se observó la aprobación de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA por sus siglas en inglés) y la Ley de Extensión de Preferencias Comerciales, así como la posible aprobación del acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) y su contraparte europea, la Asociación de Inversión Comercial Transatlántica (T-TIP por sus siglas en inglés).
La administración Trump, sin embargo, está operando bajo el mandato de que la reciprocidad en el comercio implica que a medida que se otorgue acceso a los mercados de EE.UU., este país permitirá el acceso a mercados extranjeros.
En su “Agenda de Política Comercial 2018 e Informe Anual 2017”, el presidente Trump expuso su posición de que los acuerdos comerciales pendientes dejan a los trabajadores y empresas estadounidenses en desventaja frente a los mercados mundiales, ya que otras naciones se benefician de prácticas que distorsionan el mercado, y estos acuerdos impiden que los Estados Unidos respondan a las cambiantes condiciones del mercado.
El primer acto de la nueva administración fue retirar el acuerdo del TPP ya negociado, de la consideración del Congreso. Además, el cambio en las administraciones, más el tratado no resuelto de la Unión Europea (EE.UU.), que se ocupa de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (BREXIT), ha enfriado el interés por continuar con las negociaciones del T-TI.
Mientras el TPP contenía algunas inquietudes sobre la industria textil técnica, como los envíos ilegales que pasaban por los países participantes, la mayoría de los asuntos relacionados con los textiles se dirigían a los fabricantes de la cadena de valor de la vestimenta.
El Consejo Nacional de Organizaciones Textiles (NCTO por sus siglas en inglés) con sede en Washington, organización de cabildeo de la industria textil nacional, negoció con éxito la adición de la regla de origen “yarn forward” en el acuerdo TPP, a cambio del apoyo de NCTO a TPA. El T-TIP es un asunto de mayor preocupación, debido a la aprobación del TPA, que impide que el Congreso realice algún cambio, una vez que finalicen las negociaciones.
A diferencia del TPP, el T-TIP es una negociación bilateral entre los Estados Unidos y la Unión Europea, organización que representa los intereses de sus 27 naciones miembros. El objetivo textil de la UE dentro del T-TIP es elevar los criterios restrictivos de la Enmienda Berry y permitir que sus miembros accedan a productos textiles técnicos de origen para el ejército de los EE.UU.
Para ser justos, el gobierno de Obama se había opuesto públicamente a renunciar a la Enmienda Berry; sin embargo, los negociadores comerciales de EE.UU. tienen un historial de comercio alejado de la industria textil, para obtener concesiones que protegen otras industrias como la farmacéutica, la siderúrgica y la automotriz.
La pérdida de la protección provista por la Enmienda Berry tendría un impacto devastador en la industria de textiles técnicos de los EE.UU. debido a que el ejército norteamericano ha sido un mercado confiable durante los períodos de desafíos económicos y comerciales de la industria.
Es posible que los Estados Unidos no finalicen ni el T-TIP ni el TPP, que ahora es llamado Acuerdo Global Progresivo para la Asociación Transpacífico. T-TIP simplemente se ha dejado de lado y las conversaciones aún no han terminado. El presidente Trump ha indicado que está abierto a la búsqueda de un acuerdo TPP revisado, aunque no es claro qué revisiones quiere realizar. Unos 25 senadores republicanos enviaron recientemente al presidente Trump una carta en la que lo instaban a involucrar nuevamente a Estados Unidos en las negociaciones. Mientras que T-TIP está marginado al menos por un tiempo, el tratado de libre comercio Canadá-E.U. (TLC) entró en vigencia en septiembre de 2017. El acuerdo pone a Estados Unidos en desventaja con respecto a Canadá, con una norma de origen relajada para los textiles y también la inclusión específica de oportunidades recíprocas entre los países en materia de contratación pública. Avanzando en el comercio, la administración Trump ha declarado su preferencia por acuerdos bilaterales en lugar de multinacionales. Además, se ha propuesto renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y posiblemente el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana y América Central (CAFTA-DR por sus siglas en inglés). Un factor positivo, ya que las negociaciones comerciales que afectan a nuestra industria avanzan, es tener a Wilbur Ross como Secretario del Departamento de Comercio (DOC). Hasta hace poco, Ross era dueño de Textile Group (ITG), multinacional fabricante internacional de textiles, con sede en Greensboro, Carolina del Norte. El desafío para articular las posiciones de la industria textil técnica en las negociaciones comerciales es que la mayoría de los productos finales de la industria son componentes de artículos más grandes, como automóviles y artículos recreativos, los cuales no son tan fácilmente identificables como los productos en los mercados de ropa y muebles para el hogar.
Estatus del TLCAN
En las negociaciones del TLCAN, NCTO se ha enfocado en temas de fabricación de textiles que están orientados predominantemente al vestido, aunque también puede ofrecer beneficios a la industria de textiles técnicos.
La organización ha identificado cuatro puntos clave del acuerdo actual que deberían reconsiderarse, que incluyen:
- eliminar los niveles de preferencia arancelaria (TPL por sus siglas en inglés) en prendas de vestir, productos cosidos, telas e hilados;
- requerir el uso de componentes de origen NAFTA más allá del “carácter esencial” por ejemplo de la tela-hilo de coser, bolsillos y elásticos estrechos;
- fortalecimiento de las leyes estadounidenses para textiles y prendas de vestir del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) mediante el cierre de la laguna de la Enmienda Kissell para Canadá y México;
- fortalecer la ejecución de aduana.
Pero el tema clave de la renegociación del TLCAN para la industria textil técnica no es con el TPL y probablemente ni siquiera con el avance del hilo; es lo que podría pasar con los productos finales cubiertos en el acuerdo, específicamente en la fabricación automotriz.
La administración Trump sigue un camino difícil porque la industria automotriz en México es el mercado de exportación más grande para los textiles técnicos de los Estados Unidos. En el acuerdo actual del TLCAN, aproximadamente el 62 por ciento de los componentes en un vehículo fabricado en América del Norte son de algunos de los tres países: México, Canadá o Estados Unidos.
La administración Trump ha propuesto elevar ese umbral al 85 por ciento, de los cuales la mitad debería provenir de los Estados Unidos y el resto debe dividirse en partes iguales entre Canadá y México.
Considerando que los productos textiles se encuentran en numerosas aplicaciones de vehículos como asientos, cabeceras y bolsas de aire, los cambios en el TLCAN podrían ser un serio disruptor del mercado con consecuencias desastrosas si México no acepta las demandas de los EE.UU. y se retira del acuerdo para proteger su creciente industria automotriz; o si los propios fabricantes de automóviles deciden que los nuevos y más altos índices de componentes de EE.UU. pueden encarecer los vehículos, y en consecuencia impulsar una mayor producción en el extranjero.
Un aspecto intrigante de las negociaciones es que el mandato del presidente de México, Enrique Peña Nieto, finaliza este año y las elecciones se realizarán en julio. El probable ganador será el oponente de su partido, Andrés Manuel López Obrador. A pesar de lo tensa que ya es la relación con México, López ha prometido ser aún más duro con el presidente Trump. Por su parte, Canadá y Estados Unidos también celebrarán elecciones en 2018, por lo que es probable que no se logre nada hasta al menos el próximo año, cuando el polvo se asiente en las elecciones.
Impacto en las Leyes Domésticas Preferentes
Los acuerdos comerciales como el TLCAN, así como la Organización Mundial del Comercio (OMC), pueden socavar la intención de otras leyes domésticas preferentes. Se supone que la Enmienda Kissell promulgada en 2009 restringe a DHS el uso de sus fondos para adquirir ciertas fibras, textiles y prendas de vestir que no se cultivan, reprocesan, reutilizan ni producen en los Estados Unidos.
Un reciente estudio de la Oficina de Contabilidad General (GAO por sus siglas en inglés) encontró, sin embargo, que debido a múltiples factores de acuerdos comerciales, DHS prevalece en la adquisición de productos textiles extranjeros.
De septiembre de 2014 a junio de 2017, el 58 por ciento de los $ 164.6 millones de artículos textiles de DHS adquiridos en el extranjero, corresponden a uniformes para el Servicio Secreto, Aduanas y Protección Fronteriza y agentes de Inmigración y Control de Aduanas.
A partir del periodo de impresión de la revista Textiles Panamericanos, el Proyecto de Ley de Aranceles Misceláneos, que ha sido aprobado por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, no ha sido aún aprobado por el Senado. La cuenta comercial incluye la corrección de ciertos insumos que pueden afectar las exenciones de Berry.
Enfoque de Exportación
En cuanto a las exportaciones, la Administración de Comercio Internacional (ITA por sus siglas en inglés) de DOC, identificó cuatro sectores para los textiles técnicos: telas especiales e industriales; textiles médicos; ropa de protección; y no tejidos. ITA ubicó entre los primeros cinco países en exportaciones de EE.UU. a:
- México;
- Canadá;
- China;
- Alemania; y
- El Reino Unido.
México representa casi el 50 por ciento de los textiles técnicos nacionales exportados. Canadá es el segundo más grande con su demanda procedente de la industria del petróleo y el gas, la construcción y el mercado de la salud. Aunque se ubica en un distante tercer lugar después de Canadá, las exportaciones de los Estados Unidos al país han experimentado un aumento de dos dígitos en los últimos años.
Es interesante observar que, según las últimas estadísticas del gobierno de China, Estados Unidos es considerado la cuarta región más grande que exporta textiles técnicos a China, después de Japón, Taiwán y Corea del Sur.
Steve Warner es editor de BeaverLake6 Report, boletín web informativo acerca de tendencias, datos y cuestiones que influyen en la industria textil técnica mundial. Steve puede ser contactado en beaverlake6@hotmail.com. Toda la información comercial estaba vigente al momento de la publicación de TP.
La segunda parte de este artículo, que se centra en los sectores automotriz, militar, judicial y el sector de albergues, aparecerá en una próxima edición de TP.
Marzo-Abril de 2018