Datos económicos recientes sugieren que la economía de América Latina terminó el 2017 con una nota positiva, con un Producto Bruto Doméstico (PBD) regional que se calcula creció en un 2.3% anual durante el último trimestre del año. Si esto se confirma, este sería el más fuerte crecimiento desde el primer trimestre del 2014.
El marco económico de la región ha mejorado en meses recientes, después de la esperada larga recuperación, y este crecimiento se beneficia con una mejor confianza en los negocios, con condiciones financieras más acomodativas, con crecientes precios para las materias primas, y por una sólida demanda mundial por los productos de la región.
Este crecimiento está siendo accionado en su mayor parte por la fuerte actividad económica que se está llevando a cabo en Brasil. En este país, de acuerdo al Banco Central, la inflación se redujo a bajos niveles históricos durante el cuarto trimestre del año, lo que permitió al Banco Central, con toda confianza, un facilitamiento de la políticamonetaria, destinada a aumentar el crecimiento económico.
Aunque este crecimiento ha sido noticia bien recibidas en estos países, el desarrollo todavía es moderado en comparación con años anteriores. Para que el desarrollo entre a un nivel más alto, es importante que los políticos se enfoquen en mejorar problemas tales como la falta de estructuras y los imbalances económicos en sus respectivos países.
En vista de estos desafíos económicos, hay que considerar además que este año habrá un ciclo de elecciones presidenciales en algunos países de la región, lo que podría llevar a cambios estructurales, aunque los desarrollos políticos tienen ahora una perspectiva más favorable.
Así, por ejemplo, en Chile, el presidente electo, Sebastián Piñera, quien fuera elegido el pasado mes de diciembre, presentó en enero a los miembros de su nuevo gabinete, compuesto por personalidades bien conocidas, incluyendo a Felipe Larraín, quien regresará en su cargo de Ministro de Finanzas, y lo que llevó a un alza en los mercados bursátiles.
Larraín estuvo a cargo de un periodo de robusto crecimiento económico en Chile y, por lo tanto, se tiene la esperanza de que la economía del país estará en buenas manos.
Enero-Febrero de 2018