Navegando el paso de madurez hacia sostenibilidad lleva a una empresa de reactiva a proactiva, y posiblemente a innovación.
Shelly Martin
El término sostenibilidad es tan amorfo en estos días que las compañías a menudo se sienten paralizadas con los pasos que puedan tomar para hacer que sus negocios y sus productos sean más amenos al medio ambiente.
Para complicar aún más el problema, existe la percepción de que el medio ambiente es una área de nicho o especial de la operación de un negocio. Sin embargo, en la realidad, todos los negocios deben operar dentro del medio ambiente y sus limitaciones.
Tendencias macro-económicas, tales como la declinación de recursos, la transparencia radical, y el aumento de las expectativas, se pueden referir como algo análogo a otras tendencias del pasado, como la calidad, la manufactura económica, y el e-comercio (comercio electrónico). Estas tendencias fueron algo bueno de obtener en un principio, pero, sin embargo, en la actualidad son las que determinan el éxito de los negocios y se han convertido en algo obligatorio.
El valor es creado entre los accionistas a través de la sostenibilidad, incluyendo el mercadeo del producto a través de la diferenciación del mismo y al mejoramiento de la marca, así como a la investigación y el desarrollo con innovación y optimización del diseño, y a financias y operaciones con áreas identificadas con la reducción de los costos.
A través de la recolección de datos por medio del estudio de una evaluación del ciclo de vida (LCA por sus siglas en inglés), una empresa descubrió que estaba usando tanto agua caliente como cloruro en un paso de sanitización. Solamente un método es necesario para una sanitización segura, y el estudio LCA identificó esa redundancia de costos.
Además, el valor se puede crear identificando áreas potenciales para evitar el riesgo y satisfacer las regulaciones.
Madurez de la sostenibilidad
El paso a la madurez de la sostenibilidad comienza típicamente cuando las compañías son reactivas y tratan de cumplir con las regulaciones. Esto puede llevar al manejo de riesgos, en donde una compañía puede usar la evaluación de la sostenibilidad para manejar y reducir el riesgo a su reputación y prevenir la crisis de relación pública que puede resultar de una carencia de conocimientos sobre el impacto ambiental y social de un producto y las cadenas de suministro.
A partir de este punto, las compañías se pueden volver más pro-activas, lo que puede incluir comenzando a entender las oportunidades para aumentar la eficiencia operacional y para la reducción de los costos y el impacto en el medio ambiente por medio del uso mínimo de agua, energía y materias primas.
Este entendimiento se puede expandir a la cadena de suministro, en donde se puede comenzar a evaluar y monitorizar la cadena de suministro para reducir el impacto en el medio ambiente y para activar políticas sociales.
Después de esto, las compañías se pueden mover al reino de la innovación, en donde pueden comenzar a crear portafolios de productos sostenibles, así como al uso de métrica o mediciones de sostenibilidad integradas en el desarrollo de un nuevo producto. Ahora, la sostenibilidad es evaluada junto con los costos y el rendimiento. La compañía también puede comenzar a innovar cuando se trata de su modelo de negocios, lo que puede activar la transformación del mercado.
Hay muchas diferentes metodologías y herramientas en la caja de herramientas del desarrollo de productos sostenibles, incluyendo la evaluación del riesgo ambiental, en donde se analizan los impactos de la toxicidad de un sitio específico; la huella ecológica dejada por el carbono y el agua, en donde se evalúa solo la categoría del impacto; las declaraciones sanitarias del producto; la bio-mimicra; y el costo del ciclo de vida.
Diseño para sostenibilidad
Además, existen guías para el Diseño de Sostenibilidad que reconocen que el medio ambiente debe ser una consideración crítica, junto con las mediciones tradicionales relacionadas con la economía y con el rendimiento. Estas guías o reglas generales y cualitativas deben ser seguidas durante el desarrollo de un nuevo producto, y están basadas en aprendizaje obtenidos con estudios LCAs y otras herramientas de sostenibilidad.
Reconocido globalmente, este método tiene la función de ayudar a las compañías a mejorar sus márgenes de ganancias, la calidad de sus productos, las oportunidades del mercado, el rendimiento ambiental, y los beneficios sociales. Las compañías pueden obtener esta situación gananciosa para los accionistas, los consumidores, y el público en general, por medio de la mejora de las eficiencias en los productos y servicios que la empresa diseña, fabrica y distribuye. Es aquí en donde la sostenibilidad se hace tangible.
Selección de los materiales
Seleccionando materiales de bajo impacto y reduciendo la cantidad de materiales usados es una manera muy efectiva de reducir los impactos de un producto en el medio ambiente.
Eliminando piezas y ensamblajes innecesarios, y optimizando un diseño para reducir el uso de un material, lo que, a su vez, reduce el impacto del transporte. También se incrementa la cantidad de materiales reciclados usados en el producto, y se utilizan materiales que pueden ser fácilmente reciclados al final de la duración o disposición del producto.
Evitando el uso de materiales que usan gran cantidad de energía, tales como aluminio, para productos con una corta duración. Las compañías también pueden encontrar alternativas a los metales no ferrosos, tales como cobre o níquel, debido a las dañinas emisiones generadas por estos productos durante la producción, y pueden eliminar materiales tóxicos o aditivos.
Las herramientas preferidas para la selección de materiales y listas de materiales preferidos pueden ser de gran utilidad cuando se implementan estas regulaciones.
Técnicas de producción óptimas
Existen muchas maneras para optimizar las técnicas de producción, incluyendo la incorporación de los principios de Diseño para el Ensamblaje, usados para reducir los pasos de producción; optimizando el diseño para reducir la energía usada durante la manufactura; eliminando o reduciendo los tratamientos de la superficie, tales como los revestimientos con polvo; y minimizando los desperdicios en la manufactura y el reciclado de productos desechables.
Además, las organizaciones pueden motivar a los socios de manufactura y a los suministradores a incrementar la eficiencia de energía. Algunas compañías realizan competiciones en sus plantas para ver cuál turno puede reducir más la energía después de la normalización de la producción. Otra opción es la de incrementar el uso de energía renovable.
The Alchemist, una cervecería basada en Vermont, Estados Unidos, se mudó al uso de energía solar debido a que esto hacía buen sentido en términos de negocios. Sí, el ser consciente del medio ambiente, así como un líder en su industria, fue importante para The Alchemist, pero en última instancia esa no fue la única razón por la que la cervecería decidió hacer inversiones en energía renovable — esto también hacía sentido económico.
Optimización de la distribución
Hay una jerarquía clara cuando se trata de los impactos ambientales de los diferentes modos de transporte. El transporte de contenedores por barco y por tren es preferible, bajo el punto de vista ecológico, al transporte por aire.
Otras maneras de optimizar el sistema de distribución incluyen el aumento en el uso de empaques grandes re-usables, tales como tablillas o tableros; la minimización de los volúmenes y el peso de los empaques; y el aseguramiento de que todos los empaques sean críticos para la función. Además, siempre que sea posible, los productos pueden ser transportados sin ensamblar para reducir el volumen de transporte.
En las décadas de los 1950s y 60s, Inguar Kampad, un vendedor de muebles basado en Suecia, se dio cuenta de que gran parte del costo de fabricar muebles estaba atado al proceso de ensamblaje — colocando patas a las mesas, por ejemplo — y en el transporte de los productos. Kampad cambió este modelo de hacer negocios para vender muebles no ensamblados, los cuales los vendió de manera barata en cajas más pequeñas. En desesperación, Kampad miró a Polonia, en donde había gran cantidad de madera y mano de obra barata.
Sin embargo, en ese tiempo pocas compañías estaban fabricando en el exterior (outsourcing), especialmente en un país comunista. Kampad no se dejó desanimar por esto y continuó con su modelo de negocio, y su compañía, IKEA, está todavía progresando y prosperando.
Reducción del impacto
Las maneras para reducir el impacto durante el uso incluyen la reducción en el consumo de energía; haciendo el estado estándar el más deseable bajo el punto de vista ecológico; estando seguro de que el uso del producto no resulte en emisiones y desperdicios ocultas y peligrosas; minimizando los productos consumibles necesarios; y reduciendo la generación de productos desechables o reciclables.
Hypertherm — una compañía basada en Hanover, NH., que diseña y fabrica sistemas de corte avanzados — aprendió que la mayoría de los impactos ambientales de sus máquinas, desde la extracción de materias primas hasta la disposición, provenían de productos desechables.
Esto llevó a Hypertherm a comenzar a trabajar con sus clientes en el desarrollo de una tecnología de “nesting”. Además de esto, la empresa también está explorando métodos para aparear a los clientes basados en el tamaño de las láminas que ellos necesitan usando el dicho que “la basura de un hombre es el tesoro de otro”.
Optimización inicial
En un artículo titulado “La Reparación es un Acto Radical”, Rose Marcario, CEO de la empresa Patagonia Inc., basada en Ventura, California, dijo: “Nosotros vivimos en una cultura en que el reemplazo es el rey… estas condiciones crean una sociedad de consumidores de productos, no de propietarios. Y hay una diferencia. Los propietarios son estimulados a ser responsables por sus compras — desde la limpieza apropiada a la reparación, el re-uso y a compartir. Los consumidores toman, fabrican, eliminan y repiten — un patrón que nos está llevando a una bancarrota ecológica. Y, como negocio, tenemos la responsabilidad de hacer productos de mejor calidad para ayudar a reclamar el acto de propiedad; fabricar piezas accesibles y de fácil reparación. Necesitamos que nuestros clientes tengan la capacidad de convertirse en propietarios — y esto requerirá un cambio sísmico en nuestra estrategia. Es una idea radical, pero el cambio puede comenzar con solo una aguja y un hilo”.
La optimización de la duración inicial del producto incluye evitando los puntos débiles que llevan a una duración reducida y menos requerimientos de mantenimiento; el diseño, de tal manera que el producto se pueda reparar y mejorar, así como cumplir con las necesidades finales del usuario por un largo tiempo; el incremento de la funcionabilidad del producto, y el diseño de la apariencia del producto para aumentar la duración de la estética.
Piezas cuadradas (tejas) de alfombras manufacturadas por Interface Inc., de LaGrange, Ga., son un gran ejemplo de un producto optimizado. El modelo de negocio tradicional de la compañía era el de manufacturar y distribuir alfombras amplias, a través de canales típicos. Estas alfombras duraban aproximadamente de 5 a 7 años, al final de lo cual la alfombra se deterioraba y se tiraba al basurero municipal. Luego, se fabricaban y se vendían nuevas alfombras amplias.
Interface observó que el 20% de las alfombras recibían el 80% del desgaste, y sin valor al final de la duración, la alfombra terminaba inevitablemente en un basurero municipal. De tal manera que la compañía re-inventó su modelo de negocios y se mudó al reino de la innovación con el Paso de Madurez de la Sostenibilidad. Interface diseñó piezas cuadradas de alfombras, de manera que solo las secciones desgastadas necesitaban ser reemplazadas.
Además, comenzó a rentar las piezas cuadradas de alfombras, lo que significó que Interface retuvo la responsabilidad por el entero ciclo de duración de la alfombra. Igualmente, Interface rediseñó la pieza de alfombra para permitir la separación fácil del material y el reciclado del mismo al final de la duración útil, creando un producto de alfombra mucho más sostenible.
Optimización de la duración
Reducir. Re-usar. Reciclar. Optimizando el final del sistema de duración útil incluye el diseño teniendo en cuenta el reciclado — a través de la selección del material y con un diseño que se pueda desensamblar — así como el re-uso de un producto y el evitar la obsolecencia prematura.
Otras opciones para optimizar el final de la duración útil incluyen la evaluación de la posibilidad de programas de reclamación y de la eliminación de elementos tóxicos para reducir la polución del aire cuando sea incinerado. Si se tiene en cuenta que los principios de Diseño para el Desensamblaje puede ayudar a asegurar que un sistema de producto se puede desensamblar con un costo y un esfuerzo mínimos.
Estos principios incluyen la elaboración de productos más sencillos, componentes accesibles, la reducción del número de piezas distantes, usando piezas comunes para componentes como cremalleras, y usando menos diferentes tipos de materiales y adhesivos. A menudo, estas estrategias contribuyen también a facilitar el acceso para servir o reparar el producto.
La Silla Herman Miller Mirra® original requería dos horas de trabajo para desbaratarla al final de su duración útil. Dos horas era demasiado tiempo, de modo que Herman Miller rediseñó la silla teniendo en cuenta el principio de Diseño para Desensamblaje. El nuevo diseño se puede desensamblar en 15 minutos, y el 96% de sus piezas son ahora reciclables.
Conclusión final
El desarrollo de un producto sostenible es un método o estrategia que está en evolución. Esto puede comenzar con oportunidades de pensamiento o con ideas de evaluación en las que se tiene en cuenta de que es preferible un material ameno al medio ambiente, o desarrollando las guías específicas de Diseño para Sostenibilidad para su compañía o conduciendo la evaluación del ciclo de duración en productos claves.
Lo que se puede aprender entonces es lo que hay que integrar en el desarrollo de productos, lo que puede a su vez llevar a oportunidades de pensamientos o ideas adicionales.
Expandiendo los puntos de vista más allá de las cuatro paredes de una compañía abrirá las oportunidades para reducir los impactos ambientales de los productos. Esto puede incluir teniendo en consideración lo que pasa durante el uso del producto y al final de su vida útil.
Es importante tratar de entender cómo los productos se pueden fabricar de manera más sostenible al mismo tiempo que se incrementa el valor para el consumidor. Es posible para una compañía el moverse a lo largo del paso hacia una madurez en sostenibilidad, de pasar de ser reactiva a ser pro-activa, y tal vez incluso de aventurarse en el campo de la innovación.
Shelly Martin es un gerente de proyectos con Earthshift, de Huntington, Vt., un proveedor de entrenamiento, asesoría, y software de Evaluación del Ciclo de Duración (LCA). Este artículo está basado en la presentación de Martin durante el Foro a la Innovación Textile World 2015.
Enero-Febrero de 2016
