Corporación Narbe

Hasta el año de 1995, el empresario venezolano Santos Piñango, desarrolla y comercializa en Caracas
conexiones galvanizadas para diferentes aplicaciones industriales. En ese entonces, la deuda de uno
de sus clientes lo hace aceptar como pago, máquinas para lavar alfombras, una cepilladora, un
telar, retorcedoras y bobinadoras de la marca Antenor Soares, de Portugal.

Posteriormente, mudan a Barquisimeto, y dentro de su planta galvanizadora, arruma las
máquinas textiles, y comienza su pequeña fábrica de cordeles, a razón de 100 pacas de 5 Kg cada una
por mes.

En esta ciudad, Jesús Piñango, hijo, une esfuerzos a su padre en la etapa cuando sólo son
empresa retorcedora de hilo (multifilamento). Crean de esta manera los cordeles con el nombre
Cordeles Cardenal. Clientes satisfechos con la calidad de los mismos, hacen que la producción
llegue a cuadruplicarse, hasta a 100 pacas por semana. En 1998 es entonces cuando se crea
Corporación Narbe, sustituyendo la misma a Distribuidora Narbe, como se llamaba anteriormente.

Venezuela

Aspecto de una de las modernas instalaciones para el procesamiento de fibras de la empresa
Corporación Narbe, fabricante venezolano de productos textiles, tales como cordeles.



Fabricación de cordeles


En el año 2001, Jesús Piñango propuso realizar todo el proceso productivo para fabricar
cordeles comprando los primeros equipos, gracias a un crédito otorgado por bancos venezolanos.
Luego, en años recientes, hace una significativa modernización de la planta con mejor tecnología de
procesos.

La producción de la planta de cordeles se inicia con la extrusión de polipropileno, en
máquinas Varemac y Tessil Meccanica, ambas de origen italiano. El multifilamento obtenido es
retorcido en dos pases. Cordeles como por ejemplo de título 36, son retorcidos por una máquina
Galan, española.

Aquellos de título 12, más gruesos, se retuercen por una Lema Lezzeni, italiana. Estos
procesos se realizan de forma continua gracias al buen uso de la tecnología. Por último, el
bobinado se hace en máquinas Galan de modelos recientes, tales como los exhibidos en la ITMA de
Barcelona, en septiembre de 2011.

Corporación Narbe tiene el mérito de haber sabido aprovechar el uso de sus materias primas,
siendo la mayoría de suministro local. El polipropileno es fabricado por la estatal venezolana
Petróleos de Venezuela (PDVSA) y suplido con buena regularidad. El Masterbatch usado para
caracterizar los cordeles es principalmente de origen norteamericano.

Los productos de la corporación son cordeles, cuyos títulos pueden ser 12, 36, 45, 60, 72, 96
y 144. En toda esta gama, esta singular planta manufactura 30 toneladas métricas por mes de
cordeles, constituyendo esta cifra, alrededor de un 33% de la producción nacional.


Clientes artesanales


Un 5% de los clientes de Corporación Narbe son empresas textiles ya constituidas, entre las
que figura Liberttex, de la cual en volumen anterior se hizo reportaje. El 95% de la manufactura
está dirigida a clientes de sector artesanal, el cual muestra significativo auge en Venezuela, que
fabrican hamacas, chinchorros, calzados y móviles para adornos entre otros.


Es importante destacar que Corporación Narbe desempeña desde hace varios años una interesante
labor social. A diferencia de países desarrollados, Venezuela tiene una gran diferencia de
condiciones entre zonas rurales y urbanas.

En el Territorio Amazónico, donde hay indígenas con tradiciones ancestrales, esta textilera
dona parte de su producción a misiones tales como las Jesuítas en Isla Ratón, Río Orinoco, donde se
enseñan oficios para fabricación manual de artesanías textiles.

Con este esquema, no cabe duda que Corporación Narbe está llamada a continuar operando de
manera positiva y satisfactoria, por su visión futurística global al servicio de su país, y con
miras a expandir su producción y distribución de sus productos.

Septiembre-Octubre de 2012

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