James M. Borneman, Editor en Jefe
En respuesta al bloqueo de Alemania durante la Primera Guerra Mundial, cuando se detuvo la exportación de colorantes europeos hacia Estados Unidos, 140 hombres se reunieron en 1921 en el Engineer’s Club de Boston y fundaron la Asociación Americana de Químicos y Coloristas Textiles (AATCC por siglas en inglés). Su misión crítica en ese momento fue desarrollar estándares para producir colorantes de manera consistente — algo urgentemente necesario — y, al hacerlo, sentaron las bases para el desarrollo de métodos de prueba, procedimientos de evaluación y literatura, que aportaron orden a la creciente industria del teñido y el acabado textil.
Para muchos en la industria textil, AATCC es un recurso confiable en métodos estandarizados de prueba textil, capacitación, publicaciones y espacios de conexión con profesionales afines. Los estándares de AATCC se convirtieron en el referente sobre cómo los fabricantes textiles cumplían con las especificaciones de los productos pedidos por sus clientes. Imagínese la nueva capacidad que tenían cliente y fabricante para dialogar, comparar fuentes competidoras y contar con un “estándar” para evaluar el cumplimiento de un pedido.
Incluso hoy, cuando los productos textiles llegan al final de la producción, antes del envío, o al siguiente cliente dentro de la cadena de suministro, los métodos estandarizados de AATCC proporcionan una base que, de manera técnica y sistemática, representa las características del producto.
A finales del año pasado, AATCC nombró a Gregg Woodcock como director ejecutivo de la asociación, una organización que ha desempeñado un papel significativo en su carrera de toda la vida en los textiles. Su experiencia va desde obtener su título en ingeniería textil en 1985 hasta su más reciente cargo como gerente sénior de Calidad/ Seguridad de Producto en Hanesbrands Inc.
Woodcock se reunió recientemente con Textiles Panamericanos para compartir algunos de los retos y aprendizajes obtenidos a lo largo de su carrera en la industria textil y cómo esas experiencias lo prepararon para sus responsabilidades actuales como director ejecutivo de AATCC.
TP: ¿Qué lo atrajo a la industria textil?
Woodcock: Mi padre, el Dr. Harry W. Woodcock, es un físico teórico que pasó toda su carrera enseñando en el Philadelphia College of Textiles and Science (PCT&S), que ahora es la Thomas Jefferson University. Como hijo de un profesor universitario, tuve la oportunidad de no pagar matrícula en esa institución.
Como estudiante curioso, después de mi penúltimo año de secundaria participé en un campamento textil de una semana en PCT&S y quedé enganchado. La combinación de matrícula gratuita y mi nuevo interés en los textiles me llevó a elegir ingeniería textil como carrera.
TP: ¿Cómo impactó su formación académica — una licenciatura en ingeniería textil y una maestría en el Institute of Textile Technology — en su trayectoria profesional?
Woodcock: Como la mayoría de los estudiantes universitarios, pensé que lo sabía todo después de graduarme. Rápidamente entendí en la maestría que no sabía lo que no sabía. Esa lección la he llevado conmigo durante toda mi carrera en la industria y ahora en AATCC.
Incluso después de 60 años de vida y aprendizaje, sigo aprendiendo algo nuevo todos los días. Pasé la primera década de mi carrera principalmente en plantas de teñido y acabado. Mi educación hizo que esas lecciones fueran más fáciles de comprender, y el trabajo me enseñó un conocimiento práctico que no se encuentra en los libros.
Los títulos también me enseñaron el lenguaje de los textiles. Contar con ese lenguaje y con una visión ingenieril me permitió resolver problemas con un grupo mucho más amplio de colegas que si hubiera estudiado otra disciplina.
Woodcock: Probablemente el detalle más significativo fue el cambio constante. Durante los primeros 11 años construí tres casas en Carolina del Norte y me mudé varias veces.
Una lección clave fue nunca dañar las relaciones con personas; uno nunca sabe qué le depara el futuro. Salí de una planta de teñido y acabado, estuve fuera tres años y luego regresé a un cargo de mayor nivel.
Como me fui con la actitud correcta, me recibieron de nuevo con los brazos abiertos. Y una de las personas con las que trabajé en esa planta hoy trabaja en AATCC.
TP: Durante su carrera, ¿qué impacto tuvo AATCC en usted, en su trabajo y en su crecimiento personal?
Woodcock: En la universidad, AATCC era una organización legendaria; tenía un aire místico. Muchos métodos de prueba críticamente importantes provenían de AATCC.
En gran parte de mi carrera fui responsable de la calidad de producto, incluyendo las pruebas; fue en esa etapa cuando mi relación con AATCC realmente despegó.
Me uní como miembro y participé en varios comités de investigación hasta llegar a ser presidente del RA88, Tecnología para el Lavado Doméstico, lo cual me llevó a integrar el ECR —el Comité Ejecutivo de Investigación.
Fueron experiencias excelentes que ampliaron mi conocimiento personal, beneficiaron a la empresa en la que trabajaba y me ayudaron a crear nuevas conexiones en la industria.
Poco después de terminar mi periodo en el ECR, me interesé en fortalecer aún más mi relación con AATCC, explorando diferentes caminos. Antes de que algo concreto sucediera, se abrió el puesto de director ejecutivo y aquí estoy.
TP: Al asumir la posición de director ejecutivo, ¿qué lo sorprendió más de la asociación? ¿Hubo algo de AATCC que no conociera?
Woodcock: Habiendo sido miembro activo durante más de una docena de años, sabía de la camaradería entre los socios. Pero no era plenamente consciente del equipo en el Centro Técnico de AATCC. Es un grupo increíble que hace muchísimo trabajo para la asociación, muchas veces tras bambalinas. Son profesionales altamente capacitados y dedicados. Se sienten como una “familia de trabajo”.
Yo “sabía” de la Fundación AATCC, pero no conocía todo su alcance. Es una parte increíble de la asociación que solo hace una cosa: apoyar económicamente a estudiantes que buscan formación textil. Cada año la fundación otorga hasta 132.000 dólares en becas, subsidios de investigación y apoyos académicos. Firmar esos cheques es lo más gratificante de mi año.
Estoy profundamente agradecido con los miembros generosos que construyeron la fundación, incluyendo a Charles E. Gavin III, quien fue clave en la creación del programa de becas y donó el primer aporte económico.
TP: ¿Hay algo interesante que la gente quizás no sepa sobre AATCC?
Woodcock: Sé que suena gracioso, pero el Detergente de Referencia Estándar AATCC 1993, WOB – sin abrillantador óptico, no lo fabrica la misma empresa que produce el detergente más vendido en Estados Unidos.
Siento como si me hubieran dado la fórmula de la Coca-Cola o las 11 hierbas y especias del Coronel Sanders.
Lo que realmente diferencia al detergente de AATCC es su consistencia —no cambia con el tiempo. Lo mismo NO ocurre con los detergentes que se venden al por menor. Las pruebas de laboratorio exigen consistencia a lo largo del tiempo, y el detergente de AATCC la garantiza.
TP: Cuando le preguntan: “¿Qué es AATCC?”, ¿qué responde?
Woodcock: Me hice esa pregunta poco después de llegar a la asociación. Preparé un documento de una página para entenderlo mejor. Los puntos clave son:
- Una asociación profesional de miembros, incluyendo profesionales, estudiantes y empresas;
- Fundada en 1921 para servir a la industria textil global;
- Una organización sin ánimo de lucro 501(c)(6);
- Se centra en métodos de prueba, estándares y educación para las industrias textil, de confección y afines;
- Publica el “Manual Técnico de AATCC” (Manual Internacional de Métodos y Proce-dimientos de Prueba), que incluye métodos de prueba ampliamente usados para el control de la calidad textil;
- Publica el AATCC Journal of Research, una revista académica revisada por pares que busca avanzar y difundir el conocimiento en todas las áreas relacionadas con la investigación textil;
- Ofrece capacitación, conferencias y oportunidades de contacto para profesionales del sector; y
- ;Cuenta con la Fundación AATCC, una organización sin ánimo de lucro 501 (c)(3) que otorga becas, apoyos y subsidios de investigación a estudiantes de pregrado y posgrado en textiles en Estados Unidos.
Woodcock: Desde mis primeros días en PCT&S hasta hoy, AATCC realmente ha sido el estándar de oro en métodos de prueba textil. Y el ingrediente secreto en el proceso de desarrollar nuevas normas y mantener las existentes son nuestros miembros.
AATCC está conformada por un grupo muy diverso de personas que representan todas las facetas de la cadena de suministro textil. Contamos con gente que abarca toda la vertical, desde la formación de la fibra hasta la manufactura textil, pasando por confección, marcas y minoristas. También están los académicos y los proveedores, que son absolutamente críticos para el éxito a largo plazo de AATCC y el proceso de desarrollo de normas.
AATCC tiene decenas de comités de investigación, todos conformados por miembros. Los comités de investigación se reúnen dos veces al año — en mayo y noviembre — para trabajar en nuevos métodos de prueba y actualizar los existentes.
Los miembros de los comités pueden proponer nuevos métodos de prueba que beneficien a la industria. Cada comité es presidido por un miembro — no por el personal de AATCC — y está compuesto por miembros voluntarios de la asociación.
Y lo mejor es que las reuniones de comité no tienen costo para asistir y, gracias al COVID, ahora cuentan con una opción híbrida.
TP: La educación siempre ha sido una parte importante de AATCC. ¿Cómo ha evolucionado desde que usted era estudiante? ¿Cómo ve que cambie con las transformaciones de la industria textil?
Woodcock: El mayor cambio en la educación textil durante las últimas décadas ha sido la reducción en el número de universidades dedicadas exclusivamente a textiles en el país. Todavía hay muchas instituciones para obtener un título en textiles, pero solo queda una facultad/escuela de textiles.
Junto con este cambio, los títulos más comunes también han variado. Antes había muchos más químicos textiles, ingenieros textiles y tecnólogos textiles. Hoy predominan programas como diseño textil/indumentaria, mercadeo de moda/textiles, gestión de moda y estudios de moda y vestuario, por ejemplo.
Esto modifica algunas de las becas que ofrece la Fundación AATCC; dos de las más recientes incorporadas a la oferta anual son la Beca de Diseño Textil y la Beca de Mercadeo Textil.
Una industria cambiante también influye en los cursos educativos que AATCC dicta; ahora incluimos el taller “Dominando las Especificaciones Textiles”, que es menos técnico que la oferta tradicional, pero resulta más atractivo para diseñadores, mercadólogos y desarrolladores de producto.
Aunque en nuestro nombre tengamos “químicos y coloristas”, nos estamos adaptando a los cambios de la industria y de la academia.
TP: Los eventos y reuniones de la industria siempre han sido una parte fundamental de la organización. ¿Cómo están estructurados hoy? ¿Algunos tipos de reuniones, conferencias u opciones digitales están ganando más importancia?
Woodcock: Las asociaciones industriales son una parte clave en cualquier sector. Desde el COVID, los presupuestos de viaje corporativo han estado más presionados que nunca. Las opciones remotas tienen un papel real que no debe abandonarse, pero también lo tiene la interacción humana cara a cara.
Para impulsar esta colaboración, AATCC y SEAMS — la Asociación y Voz de la Industria de Productos Confeccionados en EE.UU. — están organizando conjuntamente una reunión de otoño llamada Fabricating the Future (Fabricando el Futuro). Se llevará a cabo en Savannah, Georgia, del 5 al 7 de octubre de 2025. Es un evento con muchísimo contenido que atraerá tanto a expertos textiles como de confección, además de ofrecer amplias oportunidades para hacer contactos y ampliar horizontes.
TP: Como director ejecutivo, ¿cuál es su visión para AATCC y cómo impacta la industria textil global en esa visión?
Woodcock: Durante más de 100 años, AATCC ha sido un faro constante de servicio para la industria textil. Aunque se fundó en Estados Unidos y la primera palabra en nuestro nombre es “American”, nos hemos convertido y seguiremos siendo cada vez más internacionales.
El Manual Técnico de AATCC ahora es el Manual de Métodos Internacionales de Prueba y Procedimientos de AATCC.
En enero de 2025 firmé un Memorando de Entendimiento con la Asociación Textil de la India (TAI).
En agosto participé en una ceremonia de firma de un Acuerdo de Reconocimiento Mutuo con CTES, la Sociedad de Ingeniería Textil de China.
Hoy, el capítulo estudiantil más grande de AATCC está en Pakistán — en la Universidad NED en Karachi.
AATCC representa a la industria textil estado-unidense, pero sin duda tiene un enfoque global. La industria textil actual es global en alcance, y lo mismo aplica a AATCC.
Con el tiempo, las cosas cambiarán. Tal vez la gente diga: “esa no es la AATCC de tu papá”; y cuando eso suceda, sabré que he tenido éxito.
Tercera Edición de 2025