El uso de mascarillas sigue siendo una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para limitar la propagación del virus SARS-CoV-2. Esto motivó a un grupo de cinco estudiantes del ITESO Universidad Jesuita de Guadalajara en México a trabajar en un cubrebocas que tiene como características principal su transparencia.
Los estudiantes estuvieron liderados por Miguel Huerta Gutiérrez, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO desde mediados del 2020.
El profesor y sus estudiantes tuvieron que realizar pruebas rigurosas relacionadas con la eficiencia de los materiales, su ergonomía y sustentabilidad para presentar un cubrebocas transparente, lavable, que se coloca fácilmente y está diseñado para ajustarse a la ergonomía promedio de los mexicanos.
“El cubrebocas cumple con todo lo que se requiere en México, su filtro ha pasado los estándares de la FDA”, afirmó Huerta.
Está elaborado a partir de PVC flexible y cuenta con dos filtros intercambiables que retienen hasta el 95 por ciento de las partículas aéreas. A diferencia de la mayoría de las mascarillas disponibles en el mercado, el cubrebocas Brankia, como se le ha llamado a esta mascarilla, no necesita utilizar las orejas como soporte, por lo que resulta mucho más cómodo y no permite que los lentes del usuario se empañen. Otra de sus ventajas es que obliga a los usuarios a utilizar ambas manos para su colocación, lo que evita que la persona se toque la cara.
Brankia está aprobado para uso general de actividades, sin embargo, no es apto para actividades demandantes de oxígeno o en atmósferas con vapores y gases tóxicos, o con polvos provenientes de origen tóxico. El nivel de empañamiento podrá variar en función de las actividades del usuario y/o las condiciones medioambientales.
La idea de que sea transparente es con el objetivo principal de que personas con discapacidad auditiva y de habla puedan seguirse comunicando, pero también puede ser usado por cualquier persona que busque seguir mostrando su rostro, mientras se protege del contagio del virus SARS Cov 2.
Brankia ya cuenta con registro de diseño industrial, modelo de utilidad y marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y su registro ante la Comisión Federal Para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) está en proceso. Con el fin de exportarse al mercado estadounidense se ha solicitado su registro sanitario ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
La manufactura de este cubrebocas será local para promover la reactivación económica de la región y reducir la huella de carbono del producto. A comparación de otros cubrebocas que ya se comercializan en el mundo su costo de producción es bajo y se espera que esté 2021 esté a la venta a nivel nacional.
Enero-Febrero de 2021
