Cómo La Moda Se Convirtió En Una Industria Digital

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Las principales marcas y minoristas están utilizando herramientas y procesos digitales para analizar y dirigirse a diferentes mercados regionales en lugar de buscar la globalización total.

La inteligencia artificial promete el cambio más profundo que ha experimentado la moda desde los inicios de la producción.

Informe especial de T.P.

El futuro ha llegado, y el presente no es tan sencillo. La moda se está convirtiendo en un negocio difícil de controlar. Sus mercados regionales y globales son hipercompetitivos y están en constante evolución, por lo que las marcas, los minoristas y los fabricantes se ven obligados a tomar decisiones rápidas para permanecer en el juego.

La documentación, la sistematización y la rendición de cuentas son con frecuencia asuntos tardíos a medida que las empresas se apresuran a entregar colecciones de una temporada a la siguiente.

Si bien los mercados de moda domésticos de China e India son cada vez más dominantes, el paradigma de deslocalización sigue vigente. Hoy en día, a pesar de la creciente tendencia hacia la provisión de proximidad, muy pocos productos son fabricados donde se desarrollaron.

Según Jason Adams, presidente de Lectra Norteamérica, empresa con sede en Smyrna, Georgia, factores como las barreras de idioma, las diferencias de zona horaria y la enorme distancia geográfica, aún limitan la comunicación entre las oficinas donde se colocan pedidos de productos y las fábricas donde se materializan.

Con una amplia visión del mundo y como proveedor de soluciones de tecnología integrada para industrias que utilizan telas, cuero, textiles técnicos y materiales compuestos, Lectra ha estado operando en Estados Unidos por más de 40 años.

Para Adams, muchas cosas están sucediendo en la moda, pero demasiado rápido, de manera informal y muy lejos de las oficinas centrales para ser visibles a simple vista. Sin embargo, a medida que las audiencias de la marca, las oficinas en el extranjero y los socios de la cadena de suministro se separan aún más en el sentido físico, irónicamente, nunca han estado más cerca en términos digitales.

Pronto, la mayoría de los productos podrían concebirse digitalmente, diseñarse y transferirse a otros departamentos para un mayor desarrollo técnico.

“A partir de ahí, los productos serán ensamblados, trabajados digitalmente por socios de la cadena de suministro conectados o bien en cadenas de suministro más avanzadas, fabricados por robots industriales que reciben instrucciones sin intervención humana”, comentó Adams. Después, los productos serán enviados electrónicamente, rastreados, distribuidos y comercializados a consumidores conectados digitalmente.

Ahora la moda se está convirtiendo muy rápido en una industria predominantemente digital, en la que grandes volúmenes de datos, la colaboración digital, la interacción social en línea, el marketing digital y el comercio electrónico se unen para crear y vender un producto físico a un grupo demográfico que es nativo digital.

Tan importante como es el producto final, y lo seguirá siendo, en el futuro cercano de la industria, será de gran importancia la parte significativa de la vida que se invierte en el dominio digital.

Si bien un cambio en el proceso de producción podría parecer un cambio relativamente pequeño y manejable respecto a la forma en que las marcas y los minoristas hacen negocios, esto es solo la punta del ice berg. Juntos, los cuatro principales pilares de la digitalización — el big data, el Internet de las Cosas (loT), la economía de plataforma y la inteligencia artificial — prometan lo que puede ser el cambio más profundo que ha experimentado la moda desde los inicios de la producción a gran escala.

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La digitalización de la manufactura es ampliamente conocida como Industria 4.0, la cuarta revisión de la producción después de “lean,” subcontratación y la automatización.

Millennials Y Generación Z

Adams comentó que la digitalización de la cadena de suministro ayuda a las empresas a obtener beneficios y ganancias significativas en la productividad, a través de una mejor organización y una mayor agilidad en la producción. Esta práctica también les permite lograr ahorros de eficiencia y, por lo tanto, cumplir con las expectativas del cliente, así como mejorar los procesos comerciales en otras áreas.

Los compradores actuales, los famosos Millennials y la Generación Z — cuyos exigentes requerimientos y revolucionario comportamiento de compra han dejado tambaleantes a los minoristas tradicionales — esperan transparencia. Aunque el precio sigue siendo un factor importante en sus decisiones de compra, señaló Adams, estos consumidores concienzudos le prestan la misma atención a la procedencia del producto.

Las marcas y los minoristas que inviertan en obtener este nivel de conocimiento podrán construir y promocionar códigos de conducta para el cumplimiento social y la sostenibilidad, confiando en que no haya puntos ciegos en sus procesos de diseño, desarrollo y fabricación. Si bien las micro y macro tendencias varían de un mercado a otro, cambios más profundos en el panorama competitivo y en las expectativas del consumidor provocadas por la digitalización, requerirán, más pronto que tarde, que los minoristas, las marcas y los fabricantes adopten la idea de la moda como un dominio digital. Sin embargo, ¿qué significará esto en la práctica?

Mejores Prácticas, Gestión del Hardware

De acuerdo a Limuel Sagadraca, vice presidente de servicios profesionales de Lectra, existen dos elementos clave cuando se trata de garantizar un proceso de digitalización exitoso: mejores prácticas en gestión de software y hardware. Las mejores prácticas de software consisten en recopilar y analizar grandes volúmenes de datos para entregar inteligencia procesable, abrir canales de comunicación y colaboración entre equipos, así como coordinar, optimizar y automatizar procesos nuevos y existentes a lo largo del ciclo de vida del producto.

A nivel de soluciones, esto podría significar la integración del flujo de datos entre la gestión de la cadena de suministro, la gestión del ciclo de vida del producto (PLM por sus siglas en inglés) y los sistemas de planeación de recursos empresariales (ERP por sus siglas en inglés). Por ejemplo, un gran negocio de bienes de consumo en Europa recientemente comenzó a realizar un análisis sobre su creciente cantidad de datos, tanto de clientes como de operaciones, que está ahora impulsando un modelo dinámico para pronosticar tendencias, lo que ha tenido un impacto medible en la rotación de inventario.

Teniendo esto más en cuenta, las agencias que se dedican a pronosticar tendencias, ahora se están digitalizando, empleando sofisticadas técnicas de aprendizaje profundo para obtener información sobre volúmenes de imágenes y conjuntos de datos que son demasiado grandes o complejos para ser analizados por seres humanos.

Fundamentalmente, los líderes del comercio electrónico ya están utilizando estos servicios digitales basados en la nube y están mejorando sus ventas.

En lo referente al hardware, las fábricas que han probado la digitalización estarán usando una combinación de automatización, comunicación digital máquina a máquina, y tal vez, impresión 3-D y producción bajo demanda. Desde los editores hasta los promotores y diseñadores, sus máquinas podrán comunicarse entre sí. También se conectarán a los sistemas de monitoreo y control, y alimentarán datos como el consumo material, el estatus de la edición, la temperatura y el desempeño, a un conjunto de soluciones diseñadas para convertir esta corriente de información en inteligencia utilizable.

Esta digitalización de la producción es ampliamente conocida como Industria 4.0: la cuarta revisión de la producción, después de la escasez, la subcontratación y la automatización; lo que en otras regiones se ha denominado como fabricación inteligente.

Aunque esto parece complejo, justificadamente dado su alcance, la esencia de esta cuarta revolución industrial en la fábrica también se puede entender de una manera mucho más simple. Digitalizar el proceso de fabricación significa en esencia eliminar una larga tradición, y ahora una desconexión manual innecesaria entre productos diseñados y desarrollados en CAD digital, diseño de patrones y clasificación de soluciones que después serán producidos por maquinaria o robots controlados digitalmente.

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Cada estrategia de digitalización tendrá una cosa en común: la necesidad de una plataforma única para supervisar, optimizar y gestionar los nuevos y recientes flujos de trabajo digitales.

Algoritmos

Para Sagadraca no existe una ruta única para la digitalización. Con una gama casi ilimitada de software, hardware y servicios que teóricamente pueden vincularse para formar un flujo de trabajo digital cohesivo, la dirección que cada negocio tome estará determinada por sus objetivos y desafíos. En la búsqueda de plazos de entrega más cortos, algunas marcas adoptarán la creación de prototipos virtuales e impresión 3-D. Tratando de superar las expectativas de los clientes en todos los canales, otras marcas confiarán en el aprendizaje automatizado, aplicarán algoritmos a las fuentes de información en tiempo real a todos sus canales minoristas para ofrecer recomendaciones perfectas sobre productos.

Con el objetivo de mejorar la utilización del material y reducir los costos, otros conectarán sus máquinas de corte a una capa de software intuitiva que brinda información técnica minuto a minuto a los equipos de diseño y desarrollo.

Sagadraca continúa enfatizando que cada estrategia de digitalización es única, pero todas tienen un aspecto en común, la necesidad de una plataforma única para supervisar, optimizar y gestionar flujos de trabajo digitales recientemente formados.

A medida que más soluciones de software, plataformas y hardware físico — incluidos los propios productos, gracias a los pequeños sistemas integrados — se conectan, la necesidad de consolidar, gestionar y analizar datos en una ubicación centralizada se hará más aguda, al mismo tiempo que los beneficios potenciales de la digitalización se vuelven aún más convincentes. Si tomamos en cuenta esto, PLM ya se ha convertido en la herramienta más capaz para enfrentar este desafío.

PLM En La Moda

Las empresas deben recordar que no todas las soluciones PLM son creados igual. Para Karyn Wangenstein, consultora comercial de Lectra PLM, algunas soluciones fueron concebidas para tareas creativas más pequeñas; otras fueron reutilizadas de diferentes industrias

Las empresas que deseen mantener una posición privilegiada en la carrera digital y administrar la complejidad que significa conectar potencialmente cientos de herramientas y tecnologías diferentes, deberían, si es posible, seleccionar una solución diseñada específicamente para IoT y la Industria 4.0, en lugar de conformarse con el software que ha sido adaptado para hacer frente a un mundo cambiado.

Para Wangenstein, una solución idónea de PLM debe tener un amplio alcance funcional que cubra todo el proceso desde el diseño hasta la producción. Al conectar a todos los actores de la cadena de suministro, proveedores externos y procesos de la industria en conjunto, la solución ayuda a las empresas a adoptar por completo la Industria 4.0, acortando la brecha entre el consumidor final y el fabricante. También debe tener la capacidad de interactuar rápidamente con todas las demás herramientas y sistemas de IT, como CAD, ERP y gestión de relaciones con los clientes (CRM por sus siglas en inglés), para garantizar un flujo continuo de datos que contribuyan a la transición de la empresa hacia la nueva era digital.

Transformación Digital

Es importante reconocer que la digitalización probablemente sea un viaje exponencial para muchas empresas. Cuantas más tecnologías y procesos digitalicen, más posibles vías de digitalización se presentarán bajo el paraguas de PLM. Con esto en mente, es vital que los clientes potenciales seleccionen una plataforma que sea escalable.

Cuando se trata de definir un panorama más amplio y establecer un objetivo final para la digitalización, muchas industrias y comentaristas se han aferrado al término “transformación digital”. Ese término fue evitado en este artículo, porque implica una transición total e inmediata cuando, en realidad, la digitalización es un objetivo que puede y debe lograrse de forma gradual.

Adams concluye que las marcas, los minoristas y los fabricantes que deseen aprovechar al máximo su ingreso al dominio digital deben tomar prestado de los formatos establecidos por los líderes digitales o forjar su propio camino, utilizando sus propios y únicos motores digitales para definir casos de uso específicos que hoy ofrecen valor y mañana sentarán las bases para un cambio más integral.

Las empresas que hoy se comprometen con la digitalización casi invariablemente revelarán nuevos conocimientos no solo sobre sus clientes, sino también sobre sus propias actitudes internas y modelos comerciales.

Las empresas que ya han iniciado el proceso están demostrando su compromiso de seguir el ritmo de las expectativas de los clientes. Esas compañías, así como los minoristas y marcas que se les unen hoy, estarán mejor posicionados para asegurar su lugar en el futuro de la moda como un dominio digital.

Marzo-Abril de 2018

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