Protextil 17: Lo Que Nos Une Nos Hace Más Fuertes

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En la Convención se reafirmó ante los asistentes que la industria textil argentina es de las más eficientes a nivel mundial.

Más de 1.500 empresarios argentinos se reúnen para discutir sobre la industria textil nacional

Hernán Seara, Corresponsal de T.P. en Argentina

Por décimo tercer año consecutivo durante el mes de septiembre se celebró la ya tradicional PROTEXTIL, Convención de la agro industria textil e indumentaria, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Bajo el lema de este año, “LO QUE NOS UNE NOS HACE MÁS FUERTES”, se dieron cita en el Hotel Hilton del barrio de Puerto Madero más de 1.500 empresarios, que integran a los principales actores y representantes del sector.

Sobre la convención, algunos de los representantes del sector textil e indumentaria compartieron su opinión. “Protextil representa el compromiso de la fundación, que es PROTEGER a la industria nacional. Estamos tratando de mostrar todo el potencial que tiene la cadena de valor. La gente viene a conocer nuestros puntos de vista y diagnósticos sobre nuestra industria, que es fundamental para el país”, expresó Jorge Sorabilla, presidente de la fundación Pro Tejer. Por su parte, Teddy Karagozian, presidente de TN & Platex comentó, “durante la convención se reflejó la data y la información acerca del conocimiento y lo avanzada que está la industria textil, lo que puede ser uno de los motores del crecimiento del país. Esta convención fue una demostración de fuerza y conocimiento”. De igual forma, Ariel Schale, director ejecutivo de la fundación sentenció, “nos estamos enfrentando a un problema muy serio de actividad en la cadena de valor por lo que la asistencia de los participantes a la misma este año fue récord”.

Retos Estructurales

Uno de los principales focos discutidos durante PROTEXTIL fueron las preocupaciones a las que se está enfrentando el sector. El país está en un momento de transición con varios ajustes en la economía, tratando de iniciar un rumbo de crecimiento continuo, pero para lograr dicho crecimiento, la industria nacional está padeciendo el costo. El sector textil es de los primeros que cae frente a la baja del poder adquisitivo; así en comparación con 2015 se vio una baja de la actividad del 25%, debido principalmente a dos factores: disminución en consumo interno e importaciones de productos terminados que antes estaban prohibidas (China aumentó sus importaciones textiles al país en un 17% en el último año). Por otro lado, Argentina enfrenta un problema estructural impositivo de fondo, lo que genera que la ropa sea una de las más caras del mundo. El Ing. Marco Meloni, presidente de Italcolore y miembro de la fundación Pro Tejer comenta, “el gobierno no está tomando las medidas correctas pese al constante diálogo que tenemos”. Cabe destacar que en Argentina según Carlos Ordano, presidente de Pampas Worldwide, producir es tres veces más barato que el pago de los impuestos, por lo que algunas empresas se ven obligadas a correrse a los eslabones de comercialización dejando la producción, que es dónde debe agregarse el valor. Ahondando aún más en el tema político, José Ignacio de Mendiguren, diputado y presidente de la Comisión Industrial de la Nación señala, “falta decisión política para poder competir contra países que no pagan impuestos, obras sociales y hacen dumping laboral a sus trabajadores”.

Ariel Schale junto con Julieta Loustau, de fundación Pro Tejer realizaron una presentación en la que explicaron y mostraron la actualidad de la industria textil durante 2017. La evolución de la cadena de valor textil y confecciones mantiene el mismo escenario complejo de 2016, reflejada en la contracción de sus principales variables: nivel de empleo, capacidad instalada, actividad e importaciones. Como antes se mencionó, existe una caída en el nivel de actividad que los industriales atribuyen a la baja en el poder de compra de los salarios y el aumento en las tarifas públicas, también dado por el incremento en las importaciones y el sistema de envíos puerta a puerta, en los que se calcula que el 50% corresponde a productos terminados textiles. También se dio durante el último año un “boom” por los viajes de compras siendo E.U. y Chile los principales destinos a donde los argentinos viajan a comprar ropa. La fundación Pro Tejer proyecta una reducción del 5% del mercado textil argentino para 2017.

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Figura 1. Uno de los logos usados por PROTEJER para promover la industria de la confección y de la moda en Argentina.

Precios Altos

Otro de los temas centrales planteados durante la convención fue el tan discutido precio de la ropa en Argentina. Mediante una caracterización actoral se montó una sátira sobre cómo un industrial pierde gran parte de su ganancia al fabricar una remera en manos de terceros, entre ellos el estado (ver figura 1). Los principales referentes del sector concluyeron que si la ropa en Argentina es cara, la industria nacional no es la culpable, sino el estado, quien con sus impuestos multiplica por seis el valor agregado del sector; mientras que las rentas por alquileres, cargos financieros y gastos de promociones completan la estructura de precios. La industria textil argentina es de las más eficientes a nivel mundial de las puertas para adentro, siendo la misma no parte del problema de la competitividad, sino parte de la solución.

La industria textil argentina tiene tres pilares fundamentales que apoyan esta postura: el diseño, la inversión y la capacidad de sus profesionales. Argentina es reconocida a nivel mundial por sus diseños y su capacidad de agregar valor a los commodities elevando la calidad. Esto es posible tanto por el parque de maquinaria de última generación que tiene el país (debido a las grandes inversiones que se hicieran en los últimos 10 años), como a la capacidad de sus profesionales.

Perspectivas

Los industriales reconocieron que la producción textil argentina tiene la capacidad de insertarse con nuevos desarrollos en muchos nuevos mercados mundiales, pero para lograrlo necesita el apoyo del estado con políticas comerciales favorables para la industria nacional que, pese a los diálogos constantes, hoy no está sucediendo. Por su parte, respecto del mercado interno, el nivel de actividad subirá dependiendo del crecimiento del país con un consecuente incremento del poder adquisitivo de su población, siempre teniendo en cuenta que si la industria crece, el país crece y viceversa, por lo tanto, país e industria deben estar unidos.

Noviembre-Diciembre de 2017

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