Call Me Lola

Brillante iniciativa de Alexandra Martínez en el comercio de la moda sostenible latinoamericana.

Virgilio L. González, Ph.D., Corresponsal de TP

Es bien conocida la situación económica por la que ha estado pasando Venezuela, pero en la vida pueden presentarse situaciones aprovechables, hasta en los momentos más difíciles. Este es el caso de la empresaria venezolana Alexandra Martínez, con su cadena de negocios Call Me Lola.

Alexandra Martínez es Licenciada en Estudios libres y Derecho, egresada de la Universidad Metropolitana de Caracas, y realizó un postgrado de Mercadeo en la ESIC Business School de España, lo cual la animó a introducirse en el diseño y ventas de bolsos y carteras con la marca venezolana Felipa. Alexandra es también profesora de Comunicación y Moda en la Universidad Monteavila, Caracas.

La experiencia profesional adquirida la motivó a incursionar en el mercado textil y de la confección, fundando la primera sucursal de Call Me Lola en Santiago, Santo Domingo, luego en República Dominicana, y finalmente, una sucursal en Caracas, Venezuela.

TP: ¿Qué te llevó a crear y expandir tus tiendas Call Me Lola?

Martínez: Call Me Lola nació de mis ansias por llevar a la República Dominicana un poco de lo que más extrañaba de mi país, como son los trajes de baño y otros accesorios de playa. Aunque mi trayectoria profesional inicial estuvo en otras áreas, me motivó a desarrollarme en el mundo textil y de la moda.

TP: ¿Qué productos confecciona Call Me Lola para Latinoamérica?

Martínez: Nos concentramos en ropa de baño y de playa, casual, resort, bolsos y calzado. Nuestros diseños tienden a aferrarse a estilos latinoamericanos y nos concentramos en que la moda esté apoyada por marcas sustentables.

Actualmente, nuestros poveedores provienen de Colombia, Brasil y Venezuela. En materia de diseño, manufacturamos calzado en Bucaramanga Colombia, una ciudad que se ha caracterizado por un importante desarrollo de este rubro, y que también comercializamos con el nombre de Call Me Lola.

Cabe también destacar que un 80% de las marcas que comercializamos están manufacturadas con materiales reciclados, en especial con botellas de plástico PET y utilizan tintes con base acuosa.

TP: ¿Qué te llevó a trabajar con moda sustentable?

Martínez: Habiendo opciones en la moda para trabajar y comercializar, es deber de todos y cada uno de los involucrados en este mundo de contribuir a que no se siga destruyendo el ambiente. Por ello, virtualmente todo lo que comercializamos es biodegradable.

Me atrevo a decir que la moda sostenible en Latinoamérica está cambiando. Las marcas buscan, además de la biodegradabilidad de las prendas de vestir, colaborar con comunidades indígenas y mujeres que han sido desplazadas de la sociedad.

TP: ¿Tienes planes de seguir expandiendo la actividad textil y de la confección que realizas?

Martínez: Sí. Tanto en Venezuela como en República Dominicana, pensamos tener más sucursales. Otro país que pensamos también cubrir es México, pero estamos haciendo un riguroso estudio de mercado antes.

En este sentido, para trabajar racionalmente, debe conocerse bien la cultura y moda de cada país. Por ejemplo, en la República Dominicana, las mujeres reflejan una mayor tendencia al uso de las faldas y vestidos, mientras que en Venezuela, hay mayor inclinación por el uso de pantalones.

TP: ¿Hace Call Me Lola alguna labor social, adicional a su contribución sostenible?

Martínez: Sí. Muchas de las prendas de vestir que comercializamos son elaboradas por amas de casa con hijos, la mayoría de ellas tienen más de 50 años. Casi todas realizan sus labores desde su casa por lo que no tienen costos onerosos por alquiler de locales, y así, de una manera digna, apoyan aorlevantan a sus familias.

Es muy lindo por ejemplo hablar de los talleres satélites que funcionan en Colombia para ofrecer trabajo a esas madres que les es difícil salir de su hogar porque tienen niños pequeños y cosen desde sus casas piezas de alta costura. Este sentido de lo que es una comunidad forma parte de la moda sostenible, y es algo maravilloso.


Cuarta Edición de 2024

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