La inversión y la cooperación son clave para un mercado textil próspero.
Virgilio L. González, Ph.D., Corresponsal de TP
La República Dominicana es conocida recientemente por sus ventajas competitivas en fabricación textil, gracias a los tratados comerciales, principalmente con los Estados Unidos, y el aprovechamiento de zonas francas, primordialmente la de Santiago de los Caballeros.
Esta nación también es productora de más de la mitad del hilo dental que se consume a nivel mundial, además de recibir un alto volumen de prendas de vestir para el lavado, proveniente de América Continental.
En materia textil, la República Dominicana tiene un total de 2.249 fabricantes, siendo el 96,3% medianas y pequeñas empresas, según reportado por la Federación Dominicana de Textileros — Fedotex.
Este sector genera alrededor de 70.000 empleos, cifra que hasta el año 2023 era de 58.000 puestos de trabajo, y hay expectativas de aumento por el programa puesto en práctica por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), para la manufactura de uniformes escolares, así como el interés creciente para fabricar calzado. Fedotex también ha mostrado que el inabie ha dado más vida al sector textil, con una inversión de 5.000 millones de pesos (aprox. $84.717.000 USD), en la adquisición de kits escolares, aumentando de 650.000 a 1,8 millones de estos kits distribuidos. En este sentido y en el marco del evento “El Impacto de la Industria Textil y Calzado en República Dominicana”, Víctor Castro, director del Inabie comunicó, “Este programa es vital para nuestra industria, ya que no solo impacta a las familias destinatarias, sino también a la economía y especialmente al sector textil dominicano.
Anteriormente se destinaban 800 millones de pesos ($13.550.000 USD) para la compra de uniformes, pero ahora hemos aumentado significativamente esa cifra a más de 5.000 millones. Esto demuestra el impacto positivo que tienen los programas del Inabie en el sector, fomentando su crecimiento y expansión para satisfacer la creciente demanda”.
Con respecto a la industria del calzado, Víctor Castro también señaló que el Inabie aumentó la compra de zapatos de 300.000 pares anuales a 2,2 millones. “Este aumento ha impulsado una rápida expansión en la industria del calzado para cumplir con la creciente demanda. Es un sector clave para nosotros, ya que contribuye significativamente al bienestar estudiantil y a la economía”.
Por su parte, Eduardo Grullón, Presidente de Fedotex indicó que el sector textil tuvo que invertir 500 millones de pesos para satisfacer la demanda adicional generada por estos programas.
Algunos Beneficios Logrados
En el año 2023, las industrias textiles y del calzado fueron beneficiadas para fabricar 2.396.424 mochilas, 2.279.382 polos, 2.716.788 pantalones y 2.360.522 zapatos, logrando ganar importante licitación. Así, Eduardo Grullón también destacó el encadenamiento productivo que generan textiles y calzado, señalando que los trabajos hechos en 2023, llevaron a la producción de 464.389 cajas y 479.284 kilos de tejidos de punto para fabricar polos.
Por otra parte, se produjeron 5 millones de fundas, cuadruplicando el empleo y duplicándose la venta de maquinarias para estos rubros.
No menos importante, la industria local logró incrementar el entrenamiento personal para ciudadanos dominicanos, en programas digitales de marca y los suplidores de materias primas rotaron inventarios más de dos veces por año, permitiendo una planificación consciente en la inversión por dos años. De esta manera, con dicho incremento en la capacitación, debería mejorar el servicio posventa industrial y la resolución de problemas técnicos por mano de obra autócton.
Por último, Fedotex propuso al Inabie introducir los uniformes deportivos, camisetas, pantalones y zapatos deportivos, ropa interior, correas y uniformes para personal docente.
República Dominicana va en camino de mejorar e independizar su economía, gracias a las medidas pujantes para su industria textil, las cuales se espera que continúen optimizándose en el futuro cercano.
Cuarta Edición de 2024