El barómetro del segmento de manufactura textil se inclina lentamente hacia lo positivo.
Virgilio L. González, Ph.D., Corresponsal de TP
Argentina es un país caracterizado por manufacturar todo tipo de textiles. Lo que produce lo consume el mercado nacional. Ahora bien, es interesante percatarse de como se inserta Argentina en el comercio mundial de la cadena textil – indumentaria.
La tabla 1 muestra los 10 países que importan textiles y prendas de vestir, y las cifras más recientes reportadas por fuentes fidedignas.
El 8,1% en que sobresale China, representa un total de 24 mil millones de dólares americanos. En su mayoría, estos países se especializan en la confección, y por ello necesitan adquirir sus insumos para la posterior manufactura.
En materia de exportaciones, el ínfimo puesto de Argentina se muestra a continuación en la tabla 1.
Comercio Global Textil y Confecciones
Argentina produce localmente todos los eslabones de la cadena textil – confecciones, y de esa producción exporta principalmente bienes primarios como fibra de algodón y lana. Sin embargo, existe una presencia notoria de productos importados, principalmente de origen asiático. Esto, además de las fluctuaciones de la economía, la escala del mercado y la política productiva ha hecho que la balanza comercial de la cadena haya sido deficitaria en las últimas décadas con casi la mitad de las importaciones textiles que comprenden hilados, fibras y tejidos artificiales y sintéticos. Esto ocurre debido a que la escala de producción local no es lo suficientemente grande para satisfacer la demanda. Estos insumos son generalmente mezclados con hilados de algodón nacional para la manufactura de varios tipos de telas.
Para la ropa confeccionada, así como con los hilados sintéticos y artificiales, la principal causa que incentiva la importación se basa en los costos de los productos asiáticos, comparado con la oferta local. La segunda mayor participación radica en los abrigos, camperas y anoraks (17,4%), ya que la oferta local es limitada, debido a la complejidad técnica y al elevado tiempo de trabajo que necesitan estas prendas. Comercialmente, la tendencia es la de importarlos y enfocarse en manufacturar artículos menos complejos donde se puede lograr más fácilmente una mayor escala productiva.
El 70,5% de las importaciones textiles provienen de los países asiáticos, ocupando China el primer lugar con un 49% de participación, seguido de la India con el 10,4%, Paquistán con el 3,1 %. Del continente americano, prácticamente la totalidad de las importaciones en este rubro proviene del vecino país Brasil.
En lo que respecta a las confecciones, la preponderancia asiática es más notoria, con la cifra del 84,3% del total importado, destacando China con el 58,9%, Vietnam con el 5,5% y Bangladesh con el 4,5%. Cabe destacar que el origen de las importaciones argentinas cambió mucho en las últimas décadas, ya que, en los años 60, la mayoría de estas provenían de EE.UU. y Europa. En la década de los 90, con el auge de Mercosur, Brasil pasó a ser el principal proveedor de indumentaria, hasta que finalmente, en el siglo XXI, Asia tomó el lugar más importante en ropa importada para Argentina.
Exportaciones Argentinas
Las exportaciones textiles argentinas están más enfocadas hacia productos primarios, cuyo valor agregado es escaso. Según fuentes recientes consultadas, el 93% de las mismas fueron productos textiles, principalmente fibra de algodón (41%) y lana cardada o peinada (35%).
Las exportaciones de productos confeccionados han sido muy reducidas (alrededor de 37 millones de dólares el año pasado), siendo Derwill la empresa que principalmente envía sus productos al mercado internacional, con NIKE como su principal cliente.
Evolución de la Economía Textil Argentina
La cadena textil – confecciones en Argentina está actualmente deficitaria. En este sentido es importante destacar que hasta 1980, la misma tenía un superávit, ya que sus importaciones estaban relativamente reducidas, y por contraparte, tenía una importante cifra de exportaciones de algodón, lana y prendas de vestir. Luego de que se pusiera en práctica un plan denominado “convertibilidad”, en el año 1991, las importaciones tuvieron un gran repunte, lo que conllevó a sucesivos déficits comerciales (a excepción de 1995-6). La magnitud del déficit es atribuida a los siguientes factores:
- El crecimiento de China a nivel industrial, así como su consolidación como el principal fabricante y exportador de indumentaria y textiles, apoyado por su gigantesca escala de operación y bajos precios.
- El ciclo económico local argentino. Al crecer su economía, y con ella el consumo de prendas, se expande la actividad local, requiriéndose más importaciones de dichas prendas como insumos básicos.
- Las políticas de administración del comercio. En las etapas de apertura, las importaciones aumentaron fácilmente, reemplazando parte de la producción endógena.
La evolución del mercado argentino a nivel textil y confección puede dividirse en 4 períodos:
- 2003 – 2011: Durante los primeros años de expansión económica de la post convertibilidad, se llevó a cabo un crecimiento de la capacidad productiva local y de las importaciones, como consecuencia del una mayor demanda por parte del mercado nacional.
- 2012 – 2015: Por contracciones del mercado local, ocurrió un estancamiento notorio de la economía, quedando la capacidad productiva local estable y la administración del comercio exterior redujo la presencia de productos importados.
- 2016 – 2020: Se reportó una destrucción del entramado productivo local por la caída del poder adquisitivo y la contracción del mercado, así como un aumento en la desocupación por el mayor peso de las prendas adquiridas en otros mercados internacionales.
- 2021 – en adelante: Se ha mantenido estable el número de empresas operativas de la cadena, ayudado por leves repuntes del tamaño del mercado y disminución de importaciones.
A pesar de la balanza todavía deficitaria, Argentina tiene buenas posibilidades de mejorar las cifras económicas y productivas en textiles y confección. Puede ser más competitiva con el apoyo de medidas gubernamentales que ayuden a este sector industrial, y el de organizaciones como la Asociación Argentina de Químicos y Coloristas Textiles (AAQCT) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), los cuales en los últimos años, han coordinado ferias importantes como Emitex, Simatex y Confemaq, aprovechando la relación con Messe Frankfurt, y próximamente, la realización del Congreso Nacional Textil VIII, los cuales ya también tienen, proyección internacional.
Cuarta Edición de 2024