Crecimiento, influencia del nearshoring e importaciones récord de ropa siguen siendo tendencia.
Jannyn Solís, Editora Asociada
México es heredero de una larga tradición textil. Gracias a sus productos de alta calidad a precios competitivos, su nivel de exportaciones, mano de obra calificada, ubicación geográfica privilegiada y capacidad para generar fuentes de trabajo, se mantiene a la vanguardia como un sector fundamental para la economía nacional.
La industria textil mexicana comprende fibras naturales y sintéticas, hilados y tejidos. Incluye la fabricación de prendas de vestir, textiles para el hogar, textiles técnicos, estampados e hilos, entre otros, y tiene vinculación con otras industrias productivas como la aeroespacial, médica, automotriz, muebles, calzado, juguetes, decoración y hogar, por mencionar algunas.
México se destaca como exportador de mezclilla, tejido de lana e hilo de coser. Su principal socio comercial es Estados Unidos, donde uno de cada tres pantalones de mezclilla que se venden está confeccionado por manos mexicanas. Sus agricultores de algodón producen más pacas por hectárea que en cualquier otra parte del mundo.
En general la industria de textiles y de la confección de México es amplia y diversa, destacándose algunos estados del país por su producción textil como Puebla, Jalisco, el Estado de México, Nuevo León y la Ciudad de México.
Es una industria de grandes logros y fortalezas, pero también de retos importantes como la competencia desleal, la informalidad y la ilegalidad, especialmente de países asiáticos con economías no de mercado.
Desempeño Económico
En 2022, los textiles y la confección crecieron 2.6%, a pesar de ello, aún no se recupera el valor de producción que tenían antes de la pandemia por Covid-19.
La industria siempre ha tenido una importante participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de México. El PIB textil-confección fue de 88 mil millones de pesos en 2022 equivalente a un crecimiento de 2.6% con respecto a 2021, pero si se considera el valor alcanzado en 2019 se observa una disminución del 10%, ya que ese año el PIB fue de 98 mil millones de pesos. De los dos sectores, el de la confección es el que más ha tardado en recuperarse después de la pandemia.
Por otro lado, en conjunto los textiles y la confección representaron el 2.9% del PIB manufacturero de México el año pasado, lo cual es un indicador de la relevancia que tienen en la economía del país.
Nearshoring Impulsa Exportaciones
Las exportaciones han sido históricamente uno de los puntos fuertes de la industria textil mexicana y en 2022 se vieron impulsadas por el nearshoring o relocalización, fenómeno mundial que está cambiando la dinámica y ha vuelto a América Latina en general un destino más atractivo para la inversión por parte de empresas estadounidenses que buscan reducir riesgos y acortar las cadenas de suministro.
México ha sido uno de los países beneficiados por el nearshoring como resultado de los problemas logísticos y de proximidad en las importaciones asiáticas, logrando aumentar sus exportaciones para alcanzar el volumen más alto de las mismas en textiles en la última década.
En conjunto las exportaciones de productos textiles y confeccionados crecieron 10% en 2022 alcanzando un valor de 8.248 millones de dólares (mdd), mientras que las exportaciones solo de productos textiles crecieron 18% con un valor de 1.664 mdd, cifra que si se compara con 2019 reporta un crecimiento aún mayor del 36%.
Entre los principales productos textiles exportados destacaron los no tejidos que crecieron 35%, representando el 20% de las exportaciones textiles totales mexicanas; tejidos (15%), hilados (12%), textiles técnicos (6%) y telas recubiertas (8%).
México es el quinto mayor proveedor de productos textiles de Estados Unidos con un (63%), seguido de Nicaragua (9%), Canadá (6%), Honduras (5%), Guatemala (4%), El Salvador (2%) y Colombia (2%).
Canadá fue el país con el que México tuvo el mayor aumento del volumen de exportaciones de textiles en 2022 con un 153%, en segundo lugar, Nicaragua con un 36%, después Estados Unidos con un 20% y Guatemala con 14%.
Por lo que respecta a las exportaciones de productos confeccionados crecieron 9% en 2022, alcanzando un valor de 6.584 mdd, mientras que en comparación con 2019, el crecimiento fue del 27%.
Entre los principales productos confeccionados exportados destacaron: pantalones con un 14% de crecimiento, playeras (10%), cortinas y rodapiés (7%), suéteres (34%) y ropa deportiva (16%). En este rubro los tres más importantes destinos de los productos confeccionados de México son Estados Unidos (93%) de quien es el séptimo mayor proveedor mundial, El Salvador (2%) y Canadá (1%).
Cabe señalar que en 2022 México aumentó el comercio de productos confeccionados con Guatemala en 332%, Colombia (74%) y Canadá (39%).
Récord en Importaciones de Ropa
Al cierre del 2022 la importación de productos confeccionados aumentó 44% respecto al 2021, y 60% respecto al 2019, la mayor parte proveniente de China con más del 50%.
La compra de ropa que México realizó el año pasado ascendió a 7.412 mdd, la cifra más alta en la última década, siendo las principales prendas importadas: blusas (511%), pantalones (51%), playeras (22%) y suéteres (39%). Las blusas representaron el 16% del total de las importaciones. Los países a los que México compró las prendas fueron China (47%), Bangladesh (7%), Vietnam (7%), India (5%) y Estados Unidos (4%).
Por otro lado, México importó 4.905 mdd en textiles, 9% más que en 2021, siendo Estados Unidos el principal país de las importaciones con un 41%, seguido de China con un 32%. Entre los principales productos textiles que se importaron se encuentran: tejidos con un crecimiento del 22%, telas recubiertas (10%), tejidos de filamentos (14%) y tejidos de punto (24%). Cabe señalar que las importaciones de no tejidos disminuyeron en 1%.
En conjunto el año pasado el total de las importaciones de textiles y confeccionados llegó a los 12.317 mdd, equivalentes a un incremento del 28% respecto a 2021.
Importaciones Subvaluadas y Ropa Usada — Ropa en Paca
El contrabando, y en especial la subvaluación, son problemas que enfrenta la industria textil-confección en México, situación que afecta seriamente a los industriales.
La subvaluación de mercancías es un tipo de contrabando técnico que surge cuando el importador declara un valor en aduana menor al que se pagó por la mercancía, con el fin de pagar menos impuestos en las auditorías de comercio exterior.
En 2022, el 35% del total de productos textiles importados se encontró por debajo del precio estimado (PE) lo que representó 2.161 millones de metros cuadrados equivalentes (MCE). Por otro lado, del total de la subvaluación, el 60% se encontró por debajo del costo de materia prima equivalente a 1.301 millones de MCE.
Las importaciones de productos textiles que estuvieron por debajo del PE representaron una evasión fiscal por 151 mdd.
Referente a la importación de productos confeccionados en 2022, el 22% de las prendas estuvo por debajo del PE lo que equivalió a 447 millones de piezas. El 58% se encuentra en el régimen temporal, es decir, 260 millones de piezas. Del total de la subvaluación, el 27% estuvo por debajo del costo de materia prima igual a 121 millones de piezas.
Las importaciones de productos confeccionados que se encontraron por debajo del PE representaron una evasión fiscal de 364 mdd.
De acuerdo con datos provenientes de las exportaciones que realiza Estados Unidos, las cuales han tenido un incremento exponencial en el último año y lo que va de 2023, México importó 42 millones de kilos de ropa usada de ese país el año pasado, con un valor de importación no registrado de 1.450 mdd, lo que significó un incremento del 8% en dicha mercancía en comparación con 2021, afectando seriamente a la industria nacional y al erario mexicano.
Importaciones de Asia a México
En 2022, Asia representó el 65% del total de las importaciones mexicanas de productos textiles y confeccionados con un valor de 7.947 mdd, 45% más que en 2021. Específicamente en textiles, las importaciones ascendieron a 2.024 mdd, 11% más que en el año previo, siendo China el principal país al que México le compra.
De Asia, México importa principalmente tejidos, tejidos de filamento, tejidos de punto, felpa y no tejidos y, en cuanto a ropa, las compras se concentran en blusas, pantalones, suéteres y playeras.
Generación de Empleos
La industria textil-confección es altamente generadora de empleo, lo que incentiva la formalidad y permite a la cadena de suministro fortalecer el mercado nacional y el de exportación con una fuerza laboral de más de un millón cien mil personas, donde el 70 por ciento son mujeres. Específicamente en 2022, la industria registró cerca de 412 mil empleos, sin embargo, aún hay un déficit de cerca de 55 mil empleos que se perdieron desde que empezó la pandemia hasta el día de hoy. Durante la pandemia la industria perdió 76 mil empleos, de los cuales solo ha recuperado 16 mil.
El gran tema es que el 60% de los empleos registrados en la cadena fibra, textil, vestido y calzado son informales, situación que es urgente cambiar.
Panorama 2023
De acuerdo con el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) la industria manufacturera de México en general se desacelerará en 2023, con un crecimiento estimado de entre 3% y 5%, situación que, según Luis Manuel Hernández, presidente del Index podría deberse a la debilidad de la economía estadounidense proyectada para este año, lo que puede ser contrarrestado por la relocalización de ciertas partes de cadenas de producción de Asia a México. ¿Qué significa esto para la industria textil y de la confección?
En términos de oportunidades, de acuerdo con el Lic. Rafael Zaga Saba, Presidente de la CANAINTEX, la cadena productiva fibra-textil-vestido-calzado de México continuará beneficiándose de que muchas empresas están buscando una proveeduría más cercana que la de Asia, y seguirá aprovechando las ventajas de la ubicación privilegiada del país, cerca del gran mercado de Estados Unidos. Dependerá de los industriales su mayor aprovechamiento y de las acciones del gobierno en contra de la ilegalidad para garantizar el estado de derecho, lo que favorecería la inversión privada nacional, así como el desarrollo y permanencia de la industria mexicana.
Por otro lado, la población de México conformada por 126 millones de personas que se visten todos los días, representa un mercado interno enorme para la industria que, de acuerdo con Zaga debe ser mejor aprovechado.
La situación económica del país no ayuda mucho a los empresarios textiles y de productos confeccionados. La elevación del costo-país, el aumento de la inflación, las altas tases de interés y el tipo de cambio, son factores que no favorecen a la industria ni a sus exportaciones, de ahí que una alternativa para el crecimiento de la industria es el mercado interno.
Los grandes retos que la industria seguirá enfrentando este 2023 son la ilegalidad y la informalidad, donde uno de cada tres productos textiles es ilegal y uno de cada cinco productos confeccionados también lo es, y lo más grave, es que ya no únicamente se está dando el robo de productos terminados, sino también de materias primas.
Otro gran desafío es la baja de aranceles en productos confeccionados y calzado, específicamente con los países con los que México no tiene tratado de libre comercio, y cuyo beneficio no es para el consumidor final, sino para el comercializador, tema que los industriales a través de las cámaras están revisando a fondo con las autoridades gubernamentales.
En términos generales el panorama para la industria es retador y complicado, según Zaga Saba, sin embargo, hay esperanza de que los temas puntuales se resuelvan con la cooperación de todos los actores involucrados.
Fuente de datos: Cámara de la Industria Textil (CANAINTEX).
Mayo-Junio de 2023