El reciclaje de moda se convierte en una solución popular para el consumidor de lujo.
Gabriel Farías Iribarren, especialista textil argentino
Siguiendo con el análisis del artículo anterior, sobre el reporte por McKinsey & Co. en asociación con Business of Fashion (BoF) “The State of Fashion 2019”, en esta oportunidad nos centraremos en el actual consumidor de la moda y los cambios que ha experimentado en este último periodo (ver la edición Mayo/Junio, “Neorelocalización, Disrupción de la Moda”).
La vida útil de los productos de moda se está alargando a medida que los modelos de negocio de los artículos de segunda mano, renovados, reparados y alquilados, siguen evolucionando. En muchas categorías, los consumidores han demostrado tener un gran apetito por abandonar la propiedad tradicional en favor de nuevas formas de acceso a los productos.
Fin de la Propiedad
En el sector de la moda, el cambio hacia nuevos modelos de propiedad está impulsado por el creciente deseo de los consumidores de variedad,
sustentabilidad y accesibilidad; las fuentes sugieren que el mercado de reventa, por ejemplo, podría ser más grande que el de la moda rápida en un plazo de diez años. Reconociendo este cambio de tendencia de los consumidores, las startups no serán las únicas que dejarán huella en estos segmentos: las marcas de moda consolidadas acelerarán el ritmo de adopción de los nuevos modelos de propiedad a fin de que adquieran una mayor relevancia para los consumidores.
La Moda Como Servicio
En cada vez más categorías y en otros sectores, los consumidores están optando por alquilar en lugar de poseer bienes directamente. Se trata de una evolución fundamental en el comportamiento de los consumidores y se espera que tenga un impacto en el negocio de la moda en los próximos años.
Esta tendencia está impulsada en parte por el hambre de novedad de la generación joven, al tiempo que abraza la sustentabilidad. Las investigaciones muestran que la persona promedio hoy en día compra un 60% más de ropa que hace 15 años. Pero los consumidores guardan esa ropa sólo por la mitad de tiempo que antes. Por ejemplo, una encuesta realizada en Gran Bretaña descubrió que una de cada tres mujeres jóvenes considera que la ropa es “vieja” después de usarla una o dos veces. Una de cada siete considera que no es correcto ser fotografiada con una misma prenda dos veces. En pocas palabras, los jóvenes de hoy en día ansían la novedad y es mucho más probable que estos grupos acepten el “churn” (tasa de cancelación sobre la suscripción de un servicio) en sus armarios.
Al mismo tiempo, las generaciones más jóvenes están más interesadas en la ropa sostenible que los consumidores de más edad. Los modelos de alquiler, reventa y renovación alargan el ciclo de vida del producto y ofrecen la novedad que los consumidores desean.
Consumidor de Marcas de Lujo
Las marcas de lujo están subiendo los precios de forma significativa. Los precios de los relojes finos y las joyas casi se han duplicado desde 2005. Por lo tanto, incluso los consumidores con altos ingresos están buscando descuentos y modelos alternativos de adquisición para obtener alivio.
Estas demandas están catalizando el éxito de los modelos de alquiler y de segunda mano. Se prevé que la capacidad de estos actores para satisfacer un mayor deseo de novedad y un mayor deseo aspiraciónal los sitúe en un lugar destacado durante este año en curso y en 2020.
El consumidor que está más interesado en el acceso que en la propiedad está apareciendo en muchas industrias. Mirando esta evolución, la pregunta lógica de nuestro sector e industria es: ¿cómo participamos?
La respuesta es: a través de la moda de servicio que es inteligente e instantánea.
Mientras que las marcas establecidas se han hecho de la vista gorda o han menospreciado el comercio minorista de segunda mano, ahora están entrando en los mercados de segunda mano y de alquiler. Otros actores del mercado del lujo han comprado negocios de reventa o alquiler para controlar cómo se comercializan sus productos y marcas en el mercado secundario.
Algunos actores se han aventurado en el reacondicionamiento, aprovechando sus beneficios de sustentabilidad, recuperando productos desgastados para restaurar o utilizar los materiales para crear nuevos productos. Lemas como “lo mejor que podemos hacer por el planeta es mantener nuestro equipo en uso durante más tiempo y reducir su consumo” comienzan a ser moneda común entre las marcas de la moda y veremos claramente su progresión.
Las Tres Palancas del Cambio
Durante este 2019 están aconteciendo dos situaciones destacables y esperamos ver una tercera que sería muy interesante.
En primer lugar, el número de marcas que entran en el negocio del alquiler, la reventa y la renovación está aumentando notablemente; los operadores establecidos considerarán progresivamente la propiedad alternativa como una fuerza que deben adoptar o, al menos, probar a través de nuevos modelos de colaboración con los minoristas o las startups del sector. Esto requerirá cuidadosas consideraciones sobre el modelo de negocio y una clara elección entre asociaciones, desarrollo interno o fusiones y adquisiciones.
En segundo lugar, existe un notable aumento del número de marcas “nativas de alquiler” nacidas exclusivamente para modelos de alquiler o suscripción.
En tercer lugar, esperamos, y nos sorprendería gratamente, ver un unicornio en este espacio.
Cada vez más consumidores tendrán una proporción creciente de sus armarios compuestos de productos de segunda mano o alquilados, especialmente para artículos y accesorios de alto valor. Aunque todavía no es necesario alarmar a los actores tradicionales, será esencial comprender plenamente las nuevas señales de lo que los consumidores prefieren poseer en lugar de alquilar.
Nota del Editor: Gabriel Farías Iribarren es especialista en aprovisionamiento textil, con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en América del Sur, Europa y Asia. Para más información, visite gabrielfariasiribarren.com o contacte a gfi@gabrielfariasiribarren.com
Julio-Agosto de 2019
