Textiles en VenezuelaVirgilio L. González, Corresponsal de Textiles Panamericanos en
Venezuela Perspectivas de la Industria Textil VenezolanaA pesar de las propuestas realizadas
en consenso por todos los grupos industriales venezolanos, todavía no se han tomado medidas
bancarias y gubernamentales que ayuden a la reactivacíon textil. En los últimos cinco años, de
acuerdo a un documento avalado por la Asociación Textil Venezolana y organismos cúpola como
Conindustria, Consecomercio, Fedeindustria y la Asociación Venezolana de Exportadores, la Industria
Textil Venezolana se ha contraído en más de un 40%.En lo últimos tres años, cerca del 60% de las
empresas de este sector han cerrado sus puertas y en la misma proporción se han perdido clientes y
puestos de trabajo. Según puede observarse en el gráfico, del total de empleos generados por la
industria manufacturera, un 15,21% corresponde a la cadena Agrícola – Fibras – Textil – Confección.
Es importante notar que más del 80% del empleo que genera esta cadena, es mano de obra femenina.Los
principales motivos por los cuales esta contracción ha ocurrido, están relacionados con los
aspectos que se presentan a continuación. FinanciamientoDurante el último año, se ha observado
que han cerrado muchas líneas de producción textil por problemas de flujo de caja. Igualmente, las
tasas de préstamo de los bancos y condiciones siguen siendo altas en relación a los retornos sobre
la inversión de la industria. Importantes grupos textiles en consenso insisten en que el Fondo de
Crédito Industrial (Foncrei) otorgue préstamos, o avale a los integrantes de la cadena textil,
hasta por 2 millardos de bolívares (alrededor de $2,8 milliones de dólares) por industria o grupo
industrial, con un máximo de 7 años para pagar y un año de gracia. Señalan que éstos se dirigirían
a recapitalizar las empresas del sector, en virtud de que la banca se niega también a asumir la
responsabilidad de dichos préstamos, a menos que Foncrei comparta el riesgo.La Ministra de la
Producción y Comercio venezolana, anunció recientemente subsidios a buena parte de la industria
nacional, especialmente a los sectores textiles y agrícolas. Esto se realizaría mediante la
restricción de entrada de productos importados, con el fin de desarrollar la industria autóctona.La
Industria Textil Colombiana logró 10 años de reconocimientos de deudas con bonos de la deuda
pública a través del sistema financiero. Un Blue Jean fabricado en el Estado Aragua, donde se
encuentran las mayores textileras del país, cuesta en el orden de $7,0-9,0, mientras que su
equivalente colombiano cuesta alrededor de $6,5 (precio en dólares).Según cifras de la Asociación
Textil Venezolana, las importaciones de la cadena fibras-textil-confección representan 60% del
consumo interno. De esta cifra, un alto porcentaje ingresa por la vía del contrabando.En los
últimos 10 años, las importaciones textiles han aumentado en más del 100%, tanto en el área de
hilados y tejidos, como en la confección.A nivel del campo, también la producción de algodón se ha
diezmado por baja competitividad, altos costos de producción y falta de subsidios como los que
otros países han puesto en práctica en relación a este cultivo. Desde 1999, Venezuela no exporta
algodón alguno.Las fibras textiles por su parte muestran una considerable caída en sus
importaciones en los últimos dos años, la cual puede ser atribuida a la posición que ha perdido la
producción de estos rubros en el mercado nacional, aunado a una disminución en la demanda y/o
ilícitos por contrabando, como han manifestado también voceros oficiales.A causa de la crisis
económica que viene sufriendo el país, a pesar del incremento de ingresos por la venta del petróleo
y sus derivados en los últimos dos años, el poder adquisitivo del venezolano promedio ha caído,
aumentando con ello, la pobreza crítica en la población. ExportacionesSegún se indica en el
gráfico ilustrativo, las exportaciones de productos textiles y de confección se han reducido en
64,4% desde 1997 hasta el año 2000. Esto se debe obviamente a la poca competitividad de nuestras
productos en el exterior comparados con los de otros países, aunado a las políticas proteccionistas
que han puesto en práctica otras naciones. Adicionalmente, la desaceleración económica en Estados
Unidos, Europa y Japón, tiene como consecuencia menos importaciones de los productos
latinoamericanos y, por ello, una disminución generalizada de su fuerza exportadora.Según
informaciones del Banco Central de Venezuela, esta caída drástica de exportaciones está intimamente
relacionada con la caída de la producción textil, por razones ya mencionadas en este artículo. Es
de hacer notar que empresarios venezolanos han manifestado que sin ventajas competitivas para
exportar, la industria textil estaría yendo hacia una debacle, que a medida que pase el tiempo,
tendría mayores dificultades para recuperarse. Como consecuencia, se ha observado que a expensas de
ramas económicas como la manufactura en Venezuela, entre 1999, y el año pasado, el comercio y
serivcios han aumentado.Plan de la IndustriaA pesar de lo expuesto, la industria textil presentó un
plan para generar 120.000 empleos en tres años. Entre las medidas más importantes figuran:o Que la
banca del Estado establezca, mediante la emisión de bonos de la deuda pública, un programa de
recompra de deuda de los sectores productivo y comercial con garantías respectivas.o Adopción de
medidas para convertir deudas en inversiones.o Establecimiento de líneas de créditos con intereses
de hasta 5 puntos por encima del índice de inflación para pequeñas y medianas industrias.o Aplicar
programas de financiamientos con apoyo del Banco de Comercio Exterior y de otros organimos
multilaterales para las empresas productivas con el fin de adecuarlas a la exportación.Estas
medidas financieras requieren adicionalmente modificiaciones en la Ley de Bancos.Igualmente, los
representantes de la cadena textil abogan por una política de “Compre Venezolano.” Esto implicaría
que los órganos del Estado pordrán ser sometidos a la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público
para su cumplimiento.Asimismo solicitan, entre otras cosas, la reactivación de los programas de
uniformes escolares, uniformes militares, lencería destinada a entes del Estado como hospitales,
guarniciones militares y uniformes para los organismos de seguridad del Estado. Según los cálculos
del sector, por esta vía podrían generarse 80.000 empleos anuales, dependiendo de la frecuencia con
la se lleven a cabo estos planes.Por último, los sectores textiles están solicitando una
simplificación y flexibilización de la carga tributaria, así como la eliminación del impuesto a los
activos empresariales, ya que esto descapitaliza a las empresas.Tambíen sugieren poner en vigencia
nuevamente los precios mínimos oficiales para prendas y productos textiles, con la finalidad de
evitar ilícitos como la sub-facturación. Consecomercio en tal sentido, señala que cuanto antes,
debe resolverse el problema de las aduanas.En conclusión, el gremio textile prevé que, de aplicarse
estas medidas para incrementar la productividad de toda la cadena, el aporte fiscal se
incrementaría para alcanzar los 300 milliones de dólares al año en un mediano plazo y este sector
recuperaría la importancia perdida hace ya algunos años, para beneficio de país.Noviembre-Diciembre
2001