Arquitectura De Estructuras Textiles

Fibras SinteticasCondensado de un artículo escrito por Yvonne Heinen-Foudeh, gerente de Europe
Gerber Technology Arquitectura de Estructuras TextilesCanobbio se ha convertido en un gran
productor de artículos de materiales sintéticos. Desde su origen sencillo en 1929, Canobbio,
una compañía fundada por Federico Canobbio, se dedicó a la elaboración de productos para uso
regional tales como carpas de lona y sillas de montar. Pero en la década de los años 50, bajo la
dirección de los hijos del fundador, Giuseppe y Francesco Canobbio, la empresa comenzó a
especializarse exclusivamente en el procesamiento de materiales textiles usados en la construcción
de lonas para circos y pabellones de parques de diversiones. “Todavía recuerdo”, dijo Federico
Canobbio, “los métodos que se usaban cuando era niño. Las telas de algodón y cáñamo eran sumergidas
en grandes tanques de agua en nuestra vieja planta con el fin de encogerlas a una longitud
permanente antes de su procesamiento.

Entrada principal a la Expo ’98 efectuada en Lisboa, Portugal, con una área cubierta
compuesta por estructuras tensionadas fabricadas por Canobbio. Puesto que no había suficiente
espacio en la planta para extender longitudes tan grandes de tela, las mismas eran colocadas en un
campo deportivo para que se secaran y luego eran medidas y cortadas, y los paneles eran unidos con
máquinas de coser sencillas, que eran las únicas disponibles en ese tiempo”.Mayor Fabricante
MundialEl periodo inicial, caracterizado por materiales naturales y métodos de procesamiento
manual, dió paso a un periodo en que se comenzaron a usar materiales sintéticos altamente
resistentes, así como avanzados procesos de producción. Canobbio se convirtió en el principal
fabricante mundial de lonas para el techo de circos y expandió sus negocios más allá de Europa.El
culto a la juventud y medios recreativos, que comenzó a mediados de la década de los 60, llevó a la
creación de numeross instalaciones deportivas, incluyendo canchas de tenis. Canobbio reconoció
estas tendencias y comenzó a producir estructuras para techos que hicieran posible practicar estos
deportes inclusive durante mal tiempo.Para tal efecto, Canobbio amplió sus instalaciones en 1968,
incluyendo también la modernización del proceso y las máquinas de fusionado por vulcanización que
se había usado hasta esa fecha fueron reemplazadas por equipos de fusionado de alta frecuencia.
Además, la empresa comenzó a procesar casi exclusivamente poliéster recubierto con PVC, ya que este
material es mucho más resistente, de menor peso, y más económico que los materiales naturales.Este
fue también el periodo en que Canobbio comenzó a trabajar estrechamente con la empresa alemana de
ingeniería, IPL de Harald Mühlberger, y esto le facilitó la entrada al mercado de estructuras
textiles tensionadas. Los diagramas computarizados y los cálculos de gran precisión generados por
IPL le dieron a Canobbio su primera oportunidad, en 1972, de construir un techo de membrana textil
para una piscina municipal cerca de Génova, un techo que se podía instalar y desmantelar
rápidamente.Esta estructura no sólo se conformaba con los conceptos de techado protectivo, sino que
le dió una gran expresión a una nueva clase de arquitectura que utilizaba anteriormente materiales
que no eran ortodoxos. Materiales InnovativosEstas estructuras revolucionarias eran difíciles
de construir sin el uso de materiales innovativos. La opción de revestimiento acrílico significó
que se podían obtener altos grados de resistencia y que se podían sellar los textiles de manera
completa. Además, el bondeado de la película PVF a la superficie de los materiales sintéticos fue
por fin capaz de prevenir la acumulación de suciedades relacionadas con el clima, lo que lleva a la
migración del plasticizador.Estos materiales desarrollados químicamente son usados principalmente
por industrias que fabrican productos regulados por estrictos requerimientos de seguridad.“La
industria química es feliz de trabajar en el desarrollo de nuevos productos para nosotros, aún si
somos un cliente relativamente pequeño”, explicó Federico Canobbio. “Naturalmente, el yardaje total
que requerimos en un año es sólo una pequeña fracción de los requerimientos de la industria, pero
nuestras estructuras son mucho más visibles. Durante la exposición Techtextil realizada en
Frankfurt/Main (Alemania), los visitantes al stand de Hoechst pudieron ver un video en que se
mostraba el techo colocado sobre el estadio Neckar, en Stuttgart. Se necesitaron sólamente unos
pocos miles de yardas cuadradas para esta estructura de poliéster revestido con PVC, pero esta es
la estructura que usa Hoechst para promocionar sus productos. (Hoechst fabrica poliéster para uso,
entre otras cosas, en cinturones de seguridad para automóviles)”. Mejoramientos En El Area
TécnicaEn la década de los 70, Canobbio intensificó sus esfuerzos para mejorar sus sistemas y
“know-how” en el área de ingeniería. Se optimizaron los sistemas para el cálculo de proyectos, se
expandió la planeación de los diseños, y se ensayaron nuevos materiales.

La estructura denominada “Il Grande Bigo” fue y sigue siendo el símbolo de la Expo ’92
realizada en Génova, Italia. El techo, parecido a una tienda de campaña, fue construido por la
empresa Canobbio. “La construcción de estas estructuras requiere un planeamiento meticuloso”,
dijo Federico Canobbio, “y en algunos casos entramos en cooperación con algunas firmas europeas que
se especializan en esta área. El software que usamos se basa casi exclusivamente en nuestros
propios desarrollos, y la fase del diseño del proyecto se efectúa en nuestras instalaciones. En
caso de que encontremos dificultades de planeación pedimos la ayuda de firmas de ingeniería”.Las
estructuras textiles tensionadas, que adquirieron un nuevo significado con el cambio en contexto,
necesitaban un nuevo concepto de marketing, el cual fue lanzado en la década de los 80.“Muchas
personas creen que los materiales que usamos no cumplen con ciertos requerimientos. Primero que
todo, la gente asocia los textiles con la idea de algo provisional, puesto que los textiles son
menos durables que los materiales de construcción tradicionales. Segundo, nuestras estructuras
tensionadas no tienen la insulación que es típica de las estructuras residenciales. Para proyectos
que son equivalentes en función a edificios convencionales, nuestros productos son sólamente
apropiados bajo ciertas condiciones”.Por lo tanto, la estrategia de marketing de Canobbio se dirige
exclusivamente a firmas arquitectónicas, puesto que ellas son las mejor calificadas para evaluar
las posibilidades de las estructuras tensionadas. Mesa De Corte Digital“Estabámos trabajando
en este problema durante algún tiempo y estábamos buscando una mesa de corte que cumpliera con
nuestras necesidades”, señaló Federico Canobbio. “Sin embargo, las que estaban disponibles eran
apropiadas sólamente para la industria de la confección pero no para nuestros paneles de tela
extremadamente anchos y largos. Los equipos fabricados de acuerdo a las especificaciones del
cliente eran tan costosos, que en nuestro caso no era posible justificar los beneficios de ahorro
de tiempo.

Paneles de tela de hasta 105 pies de longitud son inspeccionados para detectar defectos antes
de ser cortados en la cortadora digital DCS 2500, de GT Cutting Edge, instalada en la empresa
Canobbio.Nuestras expectativas fueron satisfechas sólamente cuando vimos el sistema de corte
digital a alta velocidad, modelo DCS 2500, desarrollado por Cutting Edge Inc., que ahora hace parte
de Gerber Technology”. La mesa de corte más grande de Europa, manufacturada por Gerber
Technology Cutting Edge, está instalada ahora en la planta de Canobbio. Tiene casi 12 pies de ancho
y 105 pies de longitud. La instalación de todo el sistema se realizó en sólo un mes, incluyendo la
tubería para el sistema de aspiración de la mesa de corte, que asegura una perfecta adhesión del
tejido a la superficie de la mesa, y la relocalización de una parte de la oficina de ingeniería de
modo que la persona a cargo del computador tenga también una vista del sistema de corte.“Nuestro
trabajo es comparable en ciertos respectos al de un sastre. Materiales producidos industrialmente
tales como poliéster recubierto de PVC tienen siempre pequeños defectos, pero nosotros tenemos que
asegurarnos de que procesamos sólamente tejidos libres de defectos. La mesa de corte GT Cutting
Edge crea las condiciones ideales para inspeccionar los paneles de tejido sobre todo su ancho y
longitud antes de que sean cortados”, explicó Federico Canobbio.Areas de trabajo divididas proveen
también la flexibilidad necesaria para que el material se pueda extender desde ambas mitades de la
mesa y que se puedan cortar en sólamente una mitad de la mesa. El proceso de corte, que se realiza
a una velocidad de 3.6 pies/segundo y con exactitudes de milésimas de milímetros, ha satisfecho el
deseo de Canobbio para mejorar todos los aspectos de esta fase del proceso.“El tiempo requerido
para el corte se ha reducido en una sexta parte y nos ha permitido aumentar significativamente
nuestras capacidades de manufactura”, dijo Federico Canobbio. Otro factor que contribuye a ahorrar
tiempo es la cabeza de corte equipada con múltiples herramientas y un instrumento trazador, los
cuales se pueden reemplazar con rapidez y facilidad.La integración del sistema DCS en el software
CAD usado por Canobbio no constituyó ningún problema, ya que el módulo de control de Gerber
Technology, basado en Windows, es compatible con la mayoría de los sistemas computarizados.Con la
instalación del sistema de corte digital DCS 2500, Canobbio ha dado otro paso hacia el futuro, un
futuro que Federico Canobbio ve con optimismo: “Yo sé que las estructuras textiles tensionadas no
serán un sustituto para las estructuras tradicionales, aún si en el futuro se desarrollan
materiales similares a los usados en los edificios convencionales. Sin embargo, para el
recubrimiento de áreas grandes, nuevas ideas han llevado a la creación de una nueva estética y un
nuevo lenguaje arquitectónico que puede ser expresado sólamente por medio de estructuras textiles
tensionadas”.  Marzo-Abril 2002

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